Harvard Medical School
¿Pueden ofrecer beneficios para la salud las actividades cotidianas de corta duración?
Los investigadores utilizaron rastreadores de actividad en la muñeca para medir las actividades diarias de más de 25.000 personas de 42 a 78 años que no hacían ejercicio formal.
Las actividades se definieron como cualquier movimiento continuo realizado a un ritmo más rápido de lo normal: por ejemplo, subir escaleras, fregar el suelo, trabajar en el jardín y jugar enérgicamente con los niños.
Se realizó un seguimiento de los movimientos de cada persona durante una semana y los resultados se compararon con su estado de salud ocho años después.
Los investigadores descubrieron que las personas que realizaban varias actividades diarias de uno a diez minutos de duración -un total de unos 28 minutos al día- corrían menos riesgo de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares que las que se mantenían activas durante menos de un minuto cada vez. (No hubo ninguna ventaja estadística por ser activo más de 10 minutos).
La intensidad fue clave, ya que cuanto más vigorosa era la actividad, mayor era el beneficio. Sin embargo, los resultados sugieren que no es necesario mantener una intensidad alta todo el tiempo.
Los investigadores concluyeron que bastaba con hacer al menos un 15% (unos 10 segundos por cada minuto) a un nivel vigoroso y el resto a un nivel moderado.
Los resultados se publicaron en el número de octubre de 2023 de la revista The Lancet Public Health.
