Harvard Medical School
Es difícil diagnosticar y tratar la causa más frecuente del dolor abdominal crónico en niños y adolescentes.
La causa más frecuente del dolor de estómago crónico en los niños no es nada que se pueda encontrar en una prueba o curar con un medicamento. Y eso puede hacer que sea muy difícil de diagnosticar – y tratar.
Es posible que nunca hayas oído hablar del dolor abdominal funcional. Sin embargo, es la causa más frecuente de dolor de estómago que dura dos meses o más en niños y adolescentes.
¿Qué es el dolor abdominal funcional?
La mente y el cuerpo están estrechamente conectados en formas que aún estamos tratando de comprender, y esto es particularmente cierto en el caso de la mente y el tracto gastrointestinal.
El estrés -en particular el estrés crónico, la depresión y la ansiedad- puede provocar un dolor muy real. A veces, el dolor es el único síntoma de estrés, sobre todo en niños con un alto rendimiento o que tienden a ocultar sus emociones.
A veces, el dolor no empieza por el estrés, sino por una infección u otra enfermedad, y permanece una vez que la enfermedad ha desaparecido o añade dolor adicional a la enfermedad mientras se está tratando.
Preocuparse por el dolor y su posible causa puede empeorar las cosas. El sistema nervioso del intestino puede entrar en sobremarcha.
¿Cuáles son los síntomas habituales del dolor abdominal funcional?
Los niños con dolor abdominal funcional pueden tener síntomas leves que sólo aparecen ocasionalmente, o pueden tener síntomas más graves que interfieren en la vida diaria.
Además de dolor de estómago, pueden tener náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, o una combinación de todos ellos. Pueden tener poco apetito o quejarse de sentirse llenos muy rápidamente.
¿Cuándo debe ponerse en contacto con el pediatra?
Si su hijo tiene dolores de estómago crónicos, es importante que consulte a su médico.
Debe hacerle una exploración física y es posible que el médico quiera hacerle algunas pruebas, como análisis de sangre o de heces, ya que hay muchas afecciones médicas que pueden causar dolores de estómago crónicos.
Es especialmente importante que llame al pediatra si su hijo
- pierde peso
- tiene sangre en las heces
- tiene dolor intenso
- tiene fiebre, erupciones cutáneas, dolor en las articulaciones u otros signos de enfermedad.
Si el médico considera que la exploración y las pruebas de su hijo son normales y que no está perdiendo peso, lo más probable es que padezca dolor abdominal funcional.
Para algunas familias, recibir este diagnóstico suena como si los médicos dijeran que todo está en la cabeza del niño.
Pero nada más lejos de la realidad. Es un dolor muy real, pero no está causado por algo peligroso, lo cual es una muy buena noticia.
¿Cómo se puede ayudar a un niño diagnosticado de dolor abdominal funcional?
Hay muchas formas de ayudar a un niño con dolor abdominal funcional una vez hecho el diagnóstico. Entre ellas se incluyen:
- Comprender y controlar los factores estresantes en la vida del niño, si los hay.
- Los medicamentos recomendados por el equipo sanitario pueden ayudar con los síntomas, como los laxantes para el estreñimiento
- Terapia cognitivo-conductual, que es un tipo de terapia que enseña estrategias para manejar el dolor, así como para manejar cualquier estrés o tristeza que pueda estar contribuyendo
- Meditación, yoga y otros métodos para que el niño se relaje y regule sus reacciones ante el mundo.
- Para algunos niños, una dieta baja en FODMAP puede ser útil.
- A veces se utilizan probióticos, preparados de aceite de menta y algunos otros suplementos para ayudar a calmar y prevenir el dolor.
La mayoría de los niños con dolor abdominal funcional pueden recibir atención de su pediatra.
Las visitas regulares son una buena idea, para comprobar cómo van las cosas y ajustar cualquier tratamiento. Si la situación no mejora, puede ser útil remitir al niño a un gastroenterólogo.
