Los investigadores analizaron 39.000 millones de reclamaciones sanitarias presentadas en los meses de mayo a diciembre entre 2016 y 2021, en busca de las que trataban sobre estrés por calor, agotamiento por calor e insolación.
El estrés por calor se caracteriza por sudoración intensa, dolor o calambres musculares y aturdimiento.
El agotamiento por calor se produce cuando la sudoración excesiva provoca más síntomas, como dolor de cabeza, náuseas, mareos, debilidad y pulso acelerado.
En la insolación, la dolencia más grave, el cuerpo es incapaz de enfriarse. Una persona con insolación deja de sudar y la temperatura corporal aumenta hasta niveles peligrosos.
Sin atención urgente, una persona con insolación puede morir o sufrir una discapacidad permanente.
Los investigadores descubrieron que el porcentaje de pacientes a los que se diagnosticó alguna de las tres dolencias fue mayor en cada mes de 2021 que en el mes correspondiente de 2016.
Si se tienen en cuenta la edad y el sexo, las dolencias relacionadas con el calor afectaron más a las personas de 65 años o más, y más a los hombres que a las mujeres.
Los resultados ofrecen otro recordatorio para que los adultos mayores se protejan de la exposición al sol y al calor y se mantengan hidratados cuando pasen tiempo al aire libre.