Sin embargo, los expertos en salud mental se centran cada vez más en cómo el optimismo y otras emociones positivas pueden proteger contra episodios graves relacionados con el corazón y la muerte.
El optimismo está relacionado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, según una revisión de 2022 publicada en The American Journal of Medicine, que reunió los resultados de casi 182.000 personas de seis estudios distintos.
Las personas más felices u optimistas son más propensas a hacer más ejercicio, comer de forma más saludable y dormir mejor, lo que podría explicar esta relación.
Pero, ¿pueden las personas que no son alegres por naturaleza mejorar su salud física cambiando su mentalidad?
“Hay pruebas fehacientes de que algunos ejercicios sencillos diseñados para potenciar los sentimientos positivos pueden mejorar el bienestar y reducir la depresión“, afirma Emily Feig, psicóloga clínica del Programa de Investigación en Psiquiatría Cardíaca del Hospital General de Massachusetts, afiliado a Harvard.
Se ha demostrado que algunas de estas intervenciones animan a las personas -incluidas las que padecen problemas relacionados con el corazón, como infartos o insuficiencia cardiaca- a hacer más ejercicio y a tomar sus medicamentos con más regularidad, afirma.
Promover sentimientos positivos
Un ejercicio, expresar gratitud, consiste en escribir una carta a una persona que hizo algo en el pasado por lo que te sientes agradecido.
“Las investigaciones demuestran que escribir sobre una experiencia tiene un efecto más beneficioso que pensar en ella”, afirma Feig.
En otro ejercicio, las personas identifican una de sus fortalezas personales a partir de una lista de diferentes cualidades, como el amor, la curiosidad, la persistencia o el autocontrol.
A continuación, planifican una nueva forma de aplicar ese punto fuerte para afrontar una situación concreta durante la semana siguiente.
Realizar un acto de bondad por alguien es otra forma de cultivar sentimientos positivos. Por ejemplo, pueden cortar el césped de un vecino o llevar una comida a un amigo.
Para cada uno de estos ejercicios, se anima a las personas a prestar atención a cómo se sienten en cada fase del ejercicio: planificación, ejecución y respuesta.
La espiral ascendente
Tener una actitud más positiva puede ayudar a reforzar otros comportamientos positivos, o lo que los psicólogos denominan la “espiral ascendente”.
Este impulso puede ayudar a las personas a iniciar hábitos saludables como el ejercicio, que luego se autorrefuerzan, dice Feig. Practicar la psicología positiva también ayuda a fomentar la resiliencia, que puede ayudar a afrontar mejor los momentos difíciles.
“No le decimos a la gente que ignore o aleje las experiencias negativas o que haga como si no existieran”, dice Feig. Pero tu estado de ánimo tiende a reflejar aquello en lo que te concentras.
Incluso durante una semana que incluye muchos retos difíciles, suele haber algunos momentos positivos, dice. Centrarse en esas pequeñas cosas positivas puede permitir que esa emoción se amplíe y le ayude a sentirse más equilibrado.