El estudio, publicado en línea el 16 de marzo de 2022 por Diabetologia, revisó los datos de 8,8 millones de personas en toda Alemania desde marzo de 2020 hasta julio de 2021.
En ese tiempo, 35.865 personas fueron diagnosticadas con COVID-19.
Estos pacientes fueron comparados con un grupo de control del mismo tamaño (edad media de 43 años; 46% mujeres) que no fueron diagnosticados con COVID-19 pero que habían experimentado infecciones de las vías respiratorias superiores de corta duración, que frecuentemente son causadas por otros virus.
Los dos grupos se emparejaron en función de factores como el sexo, la edad, la obesidad, la hipertensión arterial, el colesterol alto, los antecedentes de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular y el mes en que se les diagnosticó COVID-19 o una infección de las vías respiratorias superiores.
En comparación con las personas del grupo de control, las que se recuperaron de la COVID-19 tenían un 28% más de probabilidades de desarrollar diabetes en los meses posteriores.
Los investigadores señalaron que es poco probable que la mayoría de las personas que padecen COVID-19 de forma leve desarrollen diabetes, pero recomendaron que las personas que han tenido la infección estén atentas a los signos de advertencia, como el aumento de la sed, la micción frecuente y la fatiga.