Para algunas personas, la ansiedad puede ser grave y desproporcionada con respecto al peligro o la situación real. Esto puede causar más daño que bien.
Las personas con trastornos de ansiedad tienen una preocupación y un miedo intensos y persistentes acerca de las situaciones cotidianas.
Estos sentimientos pueden interferir con las actividades diarias, son difíciles de controlar y pueden durar mucho tiempo.
Estas personas pueden evitar lugares o situaciones para prevenir estos sentimientos. En estos casos, es importante hablar con su equipo de atención médica sobre el tratamiento.
Las personas con trastornos de ansiedad a menudo sienten que sus preocupaciones no se toman en serio o que “todo está en su cabeza”. Esto minimiza el dolor y la incomodidad y deja sin tratar las afecciones psiquiátricas y médicas asociadas.
Cabe señalar que la afirmación “todo está en tu cabeza” no es del todo incorrecta. La angustia psiquiátrica a menudo se manifiesta físicamente. La ansiedad comienza en el cerebro, pero se manifiesta como varios síntomas.
Síntomas mentales de ansiedad:
Muchos síntomas de ansiedad no pueden ser vistos por otros y no ofrecen signos externos de angustia.
Dado que las personas no pueden leer la mente de los demás, es necesario compartir los procesos de pensamiento y las preocupaciones para que se entiendan.
Algunos síntomas mentales comunes de la ansiedad incluyen:
- Sentirse nervioso, inquieto o tenso
- Tener una sensación de peligro inminente, pánico o fatalidad.
- Problemas para concentrarse o pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
- Tener dificultad para controlar la preocupación
- Tener la necesidad de evitar las cosas que desencadenan la ansiedad.
Síntomas físicos de la ansiedad.
El cerebro es un órgano poderoso y el centro de comando central para el resto del cuerpo.
Cuando la ansiedad secuestra este sistema de comando central, la ansiedad tiene rienda suelta para causar estragos en los diferentes sistemas de órganos.
Esto puede crear síntomas físicos reales, aunque no hay ningún problema con el órgano en sí.
La ansiedad puede sentirse como si estuviera teniendo un ataque al corazón, asma, reflujo ácido, insomnio o un derrame cerebral.
Algunos síntomas físicos comunes de la ansiedad incluyen:
- Tener un ritmo cardíaco aumentado
- Respiración rápida (hiperventilación)
- Transpiración
- Temblor
- Sentirse débil o cansado
- tener problemas para dormir
- Experimentar problemas gastrointestinales
- Comportamientos de evitación
La buena noticia es que se pueden utilizar varios enfoques para controlar los trastornos de ansiedad.
Los medicamentos pueden ayudar con el control de los síntomas a corto y largo plazo.
La terapia conductual cognitiva, que le enseña a su cerebro a cambiar los patrones de pensamiento, puede ayudar.
Además, se pueden usar muchas formas de controlar la ansiedad sin medicamentos, como reducir el estrés, hacer ejercicio, practicar ejercicios de respiración y técnicas de yoga.
Así que si escuchas “es un trastorno de ansiedad”, no te desesperes ni creas que nadie te está tomando en serio. Su equipo de atención médica está disponible para ayudarlo a aliviar los síntomas y recuperar el control de la ansiedad.