Harvard Medical School
Si sus riñones no pueden realizar su función debido a una enfermedad o lesión, la diálisis puede ser un tratamiento que le salve la vida.
La diálisis elimina los desechos y el exceso de líquidos del organismo que, de lo contrario, se acumularían y causarían graves problemas de salud.
Si usted o un ser querido necesita diálisis, es probable que tenga preguntas. Este artículo le explicará qué es la diálisis, quiénes la necesitan, cómo funciona y qué esperar durante el tratamiento.
¿Qué es la diálisis?
Los riñones son órganos esenciales que filtran los productos de desecho y el exceso de líquido de la sangre y producen orina. Cuando los riñones ya no pueden hacer esto, los desechos se acumulan en el cuerpo, lo que puede ser muy perjudicial.
La diálisis es un tratamiento que ayuda a las personas con insuficiencia renal a mantener bajo control el equilibrio de líquidos, electrolitos (como el sodio y el potasio) y tensión arterial del organismo. Esto es esencial para mantenerse sano cuando los riñones ya no pueden funcionar correctamente.
¿Quién necesita diálisis?
La diálisis suele recomendarse cuando la función renal es demasiado deficiente para mantener el organismo sano por sí solo. Esto puede ocurrir de forma repentina debido a una lesión renal o con el paso del tiempo (lo que se conoce como enfermedad renal crónica o ERC).
Con el tiempo, la ERC puede evolucionar a enfermedad renal terminal (ERT). Esta última es la fase final de la ERC y describe los riñones que han perdido el 90% o más de su función. (La comunidad médica denomina cada vez más a la enfermedad renal terminal o ERT).
La diálisis puede ser una solución temporal o a largo plazo. Algunas personas sólo la necesitan durante un breve periodo mientras sus riñones se recuperan de una lesión. Sin embargo, la mayoría de las personas con SCKD la necesitarán durante el resto de sus vidas, a menos que reciban un trasplante de riñón.
Sin diálisis o un trasplante de riñón, las personas con ERT no pueden sobrevivir.
¿Cómo funciona la diálisis?
La diálisis se encarga de filtrar la sangre. Elimina el exceso de agua, los residuos y las toxinas del organismo.
Tipos de diálisis
Existen dos tipos principales de diálisis: la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. Ambos tratamientos ayudan a eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, pero funcionan de forma diferente.
Usted y su médico decidirán juntos cuál es la mejor opción para sus necesidades.
Hemodiálisis
La hemodiálisis es el tipo más común de diálisis. Utiliza una máquina para filtrar la sangre fuera del cuerpo. Funciona así:
- La sangre se extrae del cuerpo y se hace pasar por un filtro llamado dializador, que actúa como un riñón artificial.
- La sangre fluye por las diminutas fibras huecas del filtro, mientras que un líquido especial llamado solución de diálisis se mueve en sentido contrario fuera de las fibras.
- Los desechos de la sangre pasan a la solución, que sale del cuerpo. La sangre limpia vuelve al cuerpo.
La máquina de diálisis controla cuidadosamente su tensión arterial durante este proceso y regula el flujo sanguíneo.
Cada lesión de diálisis dura unas cuatro horas y suele hacerse tres veces por semana, en un centro de diálisis o a veces en casa. Algunos centros ofrecen tratamientos nocturnos, que duran más tiempo pero se realizan mientras usted duerme.
Diálisis peritoneal
La diálisis peritoneal es otra opción para las personas con insuficiencia renal. En lugar de utilizar una máquina para filtrar la sangre, este método utiliza el revestimiento del abdomen, llamado peritoneo, como filtro natural.
Funciona de la siguiente manera:
- Unas semanas antes de iniciar la diálisis peritoneal, un cirujano le introduce un tubo blando (catéter) en el abdomen.
- Durante el tratamiento, la solución de diálisis se introduce en el abdomen a través de este tubo. El peritoneo filtra los desechos de la sangre, que son absorbidos por la solución de diálisis.
- Al cabo de unas horas, se drena el líquido que contiene los residuos, junto con el exceso de líquido. Se sustituye por líquido fresco para continuar el proceso de filtrado. Este proceso se repite varias veces al día, dependiendo de las necesidades de la persona.
Existen dos tipos principales de diálisis peritoneal: la diálisis peritoneal continua ambulatoria (DPCA), que se realiza a mano varias veces al día, y la diálisis peritoneal automatizada (DPA), que utiliza una máquina para realizar los intercambios, a menudo mientras usted duerme.
La diálisis peritoneal puede realizarse en cualquier lugar limpio y privado, ya sea en casa, en el trabajo o de viaje.
Qué esperar durante la hemodiálisis
La hemodiálisis es un proceso estructurado que se realiza a intervalos regulares. Antes de comenzar, se le realizará una cirugía menor para crear un punto de acceso (llamado fístula arteriovenosa) para que la máquina se conecte a su torrente sanguíneo.
Esto suele hacerse en el brazo. A los pacientes a los que no se les puede crear una fístula, se les puede colocar un catéter en una vena del cuello para permitir que la máquina de diálisis se conecte con el torrente sanguíneo.
Al principio de una sesión de hemodiálisis, una enfermera o un técnico introduce dos agujas en el punto de acceso. Estas agujas están conectadas a unos tubos blandos que enlazan con la máquina de diálisis.
Cada sesión de hemodiálisis dura unas cuatro horas, y la mayoría de la gente acude a un centro de diálisis tres veces por semana. Mientras la máquina hace su trabajo, usted estará sentado y podrá leer, ver la televisión o dormir.
El proceso puede ser agotador y es habitual sentirse un poco cansado después. Algunas personas también experimentan bajadas de tensión, calambres o dolores de cabeza, pero su equipo médico le vigilará estrechamente para ayudarle a controlar cualquier molestia.
Estilo de vida y otros cambios que su médico puede recomendarle
Vivir con diálisis a menudo requiere hacer algunos cambios, pero con tiempo y apoyo, muchas personas se adaptan bien. Estos son algunos de los cambios que su médico puede recomendarle.
- Ajustes dietéticos: Los riñones ya no pueden filtrar determinados nutrientes, por lo que el médico puede recomendar limitar los alimentos ricos en sodio, potasio y fósforo. También deberá controlar la ingesta de líquidos para evitar una sobrecarga. Además, la diálisis elimina las proteínas del cuerpo, por lo que deberá prestar especial atención a aumentar la ingesta de proteínas.
- Medicamentos: Muchos medicamentos son procesados por los riñones. Cuando empiece la diálisis, algunos medicamentos no funcionarán igual o podrían ser perjudiciales, por lo que su médico podría tener que ajustarlos.
También es posible que tenga que tomar medicamentos para controlar la tensión arterial, proteger los huesos o prevenir la anemia.
- Revisiones periódicas: Su equipo médico controlará su estado con regularidad para asegurarse de que la diálisis está funcionando y de que su organismo se está adaptando bien. Los análisis de sangre y otras evaluaciones forman parte de esta rutina.
- Gestión del tiempo: La diálisis puede durar varias horas a la semana, por lo que es esencial planificar el horario del tratamiento. Puede parecer abrumador al principio, pero muchas personas encuentran la manera de equilibrar sus tratamientos con el trabajo, la familia y el tiempo personal.
La diálisis puede cambiarle la vida, pero no tiene por qué impedírselo. Con el apoyo y los cuidados adecuados, muchas personas siguen trabajando, viajando y disfrutando del tiempo con su familia y amigos. Su equipo sanitario le ayudará a gestionar su tratamiento y a mantener su calidad de vida.