Thursday, May 15, 2025

Días felices

Harvard Medical School

Las investigaciones relacionan el aumento de la felicidad con una mayor salud. Pero, ¿puede uno «hacerse» una persona más feliz?

Las personas felices suelen ser más sanas. Una actitud alegre derriba la tensión arterial y la respuesta al estrés, mejora el sistema inmunitario y puede motivar a las personas a ser más activas.

Las investigaciones sugieren que, por término medio, la genética determina el 50% de la disposición general de una persona. Algunas personas son felices por naturaleza. Sin embargo, para el resto, la felicidad está bajo su control, según el Dr. Robert Waldinger, director del estudio más antiguo sobre la felicidad, el Estudio de Harvard sobre el Desarrollo Adulto.

«Aunque no te consideres una persona feliz, es muy probable que tengas algún poder para cambiarlo. Lo importante es practicar regularmente actos de felicidad, actividades relacionadas con la mejora del estado de ánimo y el optimismo.» He aquí algunos ejemplos que puedes probar.

Mantente conectado. Los científicos han descubierto un fuerte vínculo entre la felicidad y las relaciones estrechas con la familia y los amigos. «La conexión personal crea estimulación emocional, que es un potenciador automático del estado de ánimo, mientras que el aislamiento es un destructor del estado de ánimo», dice el Dr. Waldinger. Esfuérzate por ampliar tu círculo social: fija una cita fija para comer con un amigo, haz una llamada programada con Zoom o únete a una liga deportiva o club cívico.

Levante la mano. Los estudios han demostrado que el voluntariado proporciona un sentido de propósito, lo que puede mejorar el estado de ánimo. El efecto es especialmente fuerte en los adultos mayores.

Encuentra oportunidades de voluntariado en tu zona que coincidan con tus intereses a través de la red VolunteerMatch.

Encuentre al niño que lleva dentro. Repase las actividades que le hacían feliz cuando era niño o joven. ¿Qué le hacía feliz entonces? Retoma las aficiones, juegos, deportes u otros intereses de tu juventud.


Invierta en experiencias.
En cierto modo, el dinero puede comprar la felicidad si lo utiliza para adquirir experiencias vitales interesantes y estimulantes. No tiene por qué ser una aventura costosa.

Por ejemplo, opte por una cena en un restaurante étnico, una sesión matinal en el teatro o una visita a una exposición de arte. Además, la inversión puede tener un efecto duradero, ya que las experiencias crean recuerdos agradables en los que puedes pensar cuando necesites levantar el ánimo.

Ver verde. Numerosos estudios han descubierto que la felicidad está relacionada con el tiempo que se pasa en espacios verdes urbanos como parques, jardines y riberas. Cualquier tipo de interacción con el exterior puede tener el mismo efecto, como caminar por un sendero, pasear por la playa o explorar los bosques cercanos.

Rompa sus rutinas. Las personas se sienten más felices cuando tienen variedad en sus rutinas diarias. Incluso los pequeños cambios pueden tener un impacto significativo.

Un estudio descubrió que alterar tu patrón habitual -como probar un nuevo programa de ejercicio cada dos semanas o tomar una ruta diferente para ir al supermercado- puede mejorar tu perspectiva.

Abraza la gratitud. Mira a tu alrededor y siente gratitud por lo que tienes, en lugar de buscar algo nuevo con la esperanza de que te haga más feliz. Un estudio de 2021 descubrió que practicar la gratitud durante 15 minutos al día puede mejorar el bienestar emocional. Hay multitud de formas de practicar la gratitud.

Escribe una carta o un correo electrónico a alguien para expresarle tu agradecimiento por formar parte de tu vida. Lleva un diario en el que anotes las cosas por las que estás agradecido, como un cumplido de un desconocido, el buen tiempo o una comida deliciosa. Reflexionar sobre tu buena suerte mediante la oración o la meditación también puede ayudarte.

Sonría más. Las investigaciones han descubierto que sonreír puede mejorar el estado de ánimo, del mismo modo que fruncir el ceño puede enfurecer y fruncir el ceño puede entristecer.

¿Otro secreto de la felicidad? Déjate llevar


La mayoría de los adultos parecen sentirse más felices con su vida a medida que envejecen, aunque tengan que enfrentarse a problemas como los de salud. ¿Su posible secreto? No le dan tanta importancia a las cosas pequeñas como cuando eran más jóvenes.

Los estudios han demostrado que los adultos mayores son más capaces de olvidar las relaciones tóxicas y los fracasos del pasado. «A medida que las personas envejecen, tienden a centrarse más en lo que es más importante para ellas», afirma el Dr. Robert Waldinger, director del Estudio de Harvard sobre el Desarrollo Adulto.

«Se dan cuenta de lo corta que es la vida y prestan más atención a lo que les hace felices».

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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