Harvard Medical School
Una planificación minuciosa le ayudará a evitar problemas y confusiones.
No siempre es posible prepararse para una estancia hospitalaria prolongada. Pero cuando sepa que va a estar hospitalizado unos días -por ejemplo, para una intervención electiva- haga algo más que preparar una pequeña maleta antes de partir.
Aquí tienes seis tareas para tu lista de pendientes.
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Imprima los documentos importantes
Es posible que el hospital no tenga información actualizada en su expediente, aunque ya haya estado allí antes y su médico esté afiliado al centro.
Para ser previsor, lleve unos cuantos documentos (imprímalos por si el personal del hospital no tiene tiempo de cargar la información en formato electrónico).
Uno de los documentos debe ser una lista de tus contactos de emergencia, enfermedades crónicas y medicamentos (incluidos los suplementos) y sus dosis. Se trata de información esencial que los médicos utilizan para tomar decisiones sobre tu atención.
Otro documento debe ser una copia de sus voluntades anticipadas, que pueden incluir:
- un testamento vital en el que se detalle el tipo de atención médica que desea recibir en caso de que no pueda tomar sus propias decisiones
- un formulario de poder para la atención sanitaria en el que se designe a la persona que tomará las decisiones sobre la atención sanitaria en caso de que usted no pueda hacerlo (resulta especialmente útil cuando las decisiones no son tajantes)
- un formulario POLST (órdenes médicas de tratamiento para prolongar la vida) firmado por su médico; esta opción para personas con enfermedades graves convierte sus preferencias sanitarias en una orden médica de obligado cumplimiento.
Si necesitas un documento de voluntades anticipadas, descárgate gratis los formularios de tu estado. La AARP ofrece enlaces útiles. Algunos formularios deben ser atestiguados o notariados, preferiblemente antes de una estancia hospitalaria.
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Alerte a su apoderado para la asistencia sanitaria
Dígale a su apoderado cuándo y por qué va a ir al hospital, y lo que debe o no debe hacerse si usted no puede tomar decisiones. Su apoderado sólo podrá ayudarle si sabe lo que usted quiere.
“A menudo, cuando tenemos que llamar al apoderado, la persona dice: ‘No lo sé, nunca lo he hablado con mi amigo o familiar’.
Esas situaciones pueden ser difíciles para los apoderados sanitarios, porque a veces les pedimos que tomen decisiones sobre tratamientos de alto riesgo”, dice el doctor José F. Figueroa, hospitalista del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a Harvard, e investigador de política y gestión sanitaria en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
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Lleve algo más en la maleta
Las estancias cortas en el hospital se convierten a veces en estancias más largas o en un centro de rehabilitación. Eso podría dejarle sin suficiente ropa, aparatos electrónicos o cargadores de dispositivos.
La Dra. Figueroa recomienda hacer la maleta para ese caso o preparar una maleta extra para dejarla en casa y pedir a un amigo que la entregue si es necesario.
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Establezca un plan de cepillado de dientes
Pida a un amigo, familiar o enfermera que le ayude a cepillarse los dientes a diario. “Las bacterias de la boca a veces llegan a los pulmones y causan neumonía. Una buena higiene bucal, incluido el cepillado de dientes, puede reducir el riesgo de neumonía al disminuir la cantidad de bacterias en los dientes y en la boca.
Tenemos pruebas sobre esto en pacientes de la unidad de cuidados intensivos, y es razonable pensar que se aplica a todos los pacientes“, afirma el doctor Michael Klompas, investigador y especialista en enfermedades infecciosas del Brigham and Women’s Hospital.
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Consigue un compañero de alta
Cuando llegue el momento de dejar el hospital, tu enfermera te dará instrucciones sobre tus cuidados. “Pero es un momento vulnerable para recibir mucha información, como detalles sobre nuevos medicamentos, antiguos medicamentos y cuándo se supone que debe volver a ver a un médico.
Estar confundido sobre lo que hay que hacer a continuación puede dar lugar a errores de medicación e ingresos hospitalarios”, dice el Dr. Figueroa.
Antes de su estancia, pida a un amigo que esté presente en el momento del alta -en persona o por teléfono- para anotar detalles y hacer preguntas. “Pídale al amigo que le pregunte sobre los cambios de medicación que debe tener en cuenta, los signos que deben preocuparle, cuándo debe llamar al médico y si tiene alguna cita nueva concertada o necesita concertarla”, aconseja el Dr. Figueroa.
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Organice el viaje de vuelta
Puede que tenga un medio para llegar al hospital, pero mucha gente se olvida del viaje de vuelta a casa. “Nunca aconsejamos volver a casa conduciendo. Puede que estés tomando medicación que afecte a tu capacidad de concentración, o que estés confuso o débil tras una estancia en el hospital”, dice el Dr. Figueroa.
Si no tienes un amigo que pueda llevarte a casa, pregunta en la consulta de tu médico, en una organización religiosa o en un centro de mayores sobre las posibilidades de transporte. Si puedes permitírtelo, contrata a un asistente sanitario para que te lleve. Eso sí, asegúrate de que haya alguien que te ayude a entrar en casa y a instalarte. Un poco de planificación por adelantado será de gran ayuda.