El estar de buen humor, desde el punto de vista emocional, lo es todo.
Y lo es casi todo en la salud, la cual tienes que cuidar a nivel emocional, ya que el enfoque de presentar determinados estados de ánimo con mejor predisposición, permitirá que se encare cualquier situación que se viva.
La experiencia dice que se tiene mejor salud cuando se cuida el ánimo, a cuando uno se da cuenta de lo importante que es cuidarlo cuando el organismo está con algún padecimiento.
Así que aléjate de las enfermedades crónicas con un poco de humor todos los días.
La idea es generarte situaciones cotidianas que se vuelvan un hábito: una buena carcajada, saludos amables o una charla amena y positiva con tus compañeros de trabajo o en casa.
¡Suma Actitud!
Pero no se necesitan saber grandes cosas, se requiere tener un enfoque mental, no dejar que te inunde una situación molesta, porque entonces te paralizas.
No se debe hacer de vez en cuando el generarse el buen humor, sino desde que te levantas de la cama.
Lo primero que hay que hacer es levantarse y sonreírse, aunque haya sonado el despertador y ese día se deban hacer cosas importantes.
Es clave que se empiece el día con el bienestar que da una sonrisa. Es como un ritual.
Cada vez hay más personas que trabajan en este aspecto emocional.
El buen humor conecta con una emoción básica, que es la alegría y también la sorpresa.
Pero también está vinculado con la tristeza, un sentimiento que no tiene por qué ser negativo.
Es una señal de que algo no va bien, es una información que podemos utilizar para recuperar el buen ánimo.
Para estar bien:
Aprende a tener la capacidad de reírte de ti, es fundamental.
Lo primero que haces para un ejercicio es ponerte la nariz y buscar un defecto tuyo que no aceptas y magnificarlo.
Al final acaba siendo tan exagerado que te ríes.
Si las emociones positivas dan tanto y facilitan tanto la vida a las personas,
¿por qué no la llevas más a la práctica?