Los investigadores reclutaron a más de 36,000 hombres de 40 a 79 años.
Registraron información variada sobre la salud, como actividad física, antecedentes familiares y médicos, y dieta.
La información sobre la dieta incluyó 39 alimentos y bebidas. Luego, los hombres fueron seguidos durante un período de 13 a casi 25 años.
Los investigadores encontraron que los hombres que consumían hongos una o dos veces por semana, un promedio de aproximadamente 3 onzas por porción, tenían un riesgo 8% menor de cáncer de próstata en comparación con aquellos que no comían hongos.
Y entre los hombres que comieron hongos tres o más veces por semana, el riesgo fue un 17% menor.
Otra ventaja: el vínculo se mantuvo independientemente de la ingesta de otros vegetales y frutas por parte de los hombres o la cantidad de carne y lácteos que consumieron.
Los hallazgos no pueden probar causa y efecto, pero los autores del estudio sugieren que los altos niveles de ergothioneína de los hongos, un antioxidante y un posible preventivo del cáncer, pueden ser un factor importante.
Los hongos shiitake, ostras, maitake y ostras reales tienen las concentraciones más altas de ergotioneina.