Sin embargo, los resultados de arrojan que los varones con voces graves son una mala elección para tener descendencia, porque poseen menor número de espermatozoides.
Los investigadores registraron las voces de los varones y se las mostraron a las féminas para conocer cuáles eran sus preferencias.
Como era de esperar, la mayoría de las mujeres escogieron las voces profundas como las más atractivas.
También contaron el número de espermatozoides.
Después de este paso, pidieron a cada hombre una muestra de semen y cada una de éstas fue introducida en un sistema de análisis de esperma, que calificó la capacidad del mismo para nadar hacia el óvulo tras la eyaculación.
El análisis demostró que el esperma de los hombres con voces más profundas producían eyaculaciones con menos espermatozoides que sus compañeros con voces agudas.
La investigación sugiere que la relación entre los timbres profundos y una disminución de esperma puede ser una compensación evolutiva.
Características tales como la voz
profunda, que tiende a ser asociada con el éxito y el dominio, compensa un bajo conteo de esperma.
Mientras que la testosterona juega un papel importante en la creación de espermatozoides, el exceso puede afectar la producción de esperma.