Wednesday, April 16, 2025
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Reparación de una válvula tricúspide permeable

Harvard Medical School

Dos dispositivos recientemente aprobados pueden ser una alternativa a la cirugía para esta afección poco frecuente pero grave.

La válvula tricúspide, antaño llamada la válvula olvidada, está recibiendo últimamente más atención. A principios de este año, la FDA aprobó dos dispositivos basados en catéteres para reparar una válvula tricúspide permeable.

Se ha demostrado que ambos dispositivos alivian los síntomas y mejoran la calidad de vida de las personas con regurgitación tricuspídea de moderada a grave, que afecta aproximadamente al 4% de los mayores de 75 años.

Las dos válvulas del lado izquierdo del corazón (la aórtica y la mitral) son más propensas a desarrollar problemas que la válvula tricúspide, que separa las cavidades superior derecha e inferior derecha del corazón.

Pero ésa es sólo una de las razones por las que los problemas de la válvula tricúspide han sido infravalorados, dice el Dr. Pinak B. Shah, director ejecutivo de los servicios de cardiología estructural e intervencionista del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a Harvard.

«Las personas pueden tener muchas fugas de la válvula tricúspide durante mucho tiempo antes de empezar a mostrar síntomas», dice.

Comprender las valvulopatías cardíacas

Las cuatro válvulas del corazón se abren y cierran en una secuencia cuidadosamente sincronizada para que la sangre circule por el corazón y salga de él hacia el organismo.

Pero las valvas (colgajos de tejido que forman las válvulas) y las estructuras cercanas no siempre funcionan como deberían. Los problemas de las válvulas cardíacas se dividen en dos categorías principales:


Regurgitación (también conocida como fuga o insuficiencia). Las valvas de la válvula no se cierran correctamente, lo que hace que la sangre retroceda cada vez que el corazón se contrae.

 

Estenosis (estrechamiento). Las valvas de la válvula se vuelven gruesas y rígidas, por lo que la válvula no se abre tanto como debería para permitir el paso de la sangre.

Ambos problemas pueden aparecer simultáneamente en la misma válvula, y puede haber más de una válvula afectada.

El mal funcionamiento de las válvulas cardiacas puede tener graves consecuencias, ya que puede dificultar la capacidad del corazón para bombear cantidades suficientes de sangre a todo el organismo.

Causas y síntomas

El mal funcionamiento de la válvula tricúspide puede deberse a una serie de causas, como problemas estructurales congénitos, infecciones cardiacas o afecciones (sobre todo la fibrilación auricular de larga duración) que provocan el ensanchamiento de la base de la válvula.

Cuando se produce una fuga en la válvula, la sangre puede retroceder hacia la aurícula derecha, haciendo que el corazón bombee con más fuerza. Con el tiempo, el corazón se agranda y tiene dificultades para funcionar con normalidad.

El principal síntoma de la regurgitación tricuspídea, la hinchazón de las piernas y la parte inferior del cuerpo, es inespecífico, lo que significa que puede deberse a muchas afecciones distintas. La más frecuente es la insuficiencia venosa relacionada con la edad (cuando las venas de las piernas tienen problemas para llevar la sangre al corazón).

Pero cuando la causa real es la regurgitación tricuspídea, el abdomen también puede distenderse, tanto que la gente nota que no tiene tanta hambre como de costumbre, dice el Dr. Shah. En casos muy graves, también puede faltar el aire.

Opciones de tratamiento

Los medicamentos que ayudan a eliminar líquidos del organismo, conocidos como diuréticos, pueden aliviar la hinchazón y los síntomas relacionados con la regurgitación tricuspídea. La cirugía a corazón abierto para reparar o sustituir la válvula puede solucionar el problema. «Pero cuando la gente tiene problemas de verdad, suele estar demasiado enferma para operarse, no sólo de la válvula, sino de otros problemas médicos», dice el Dr. Shah.

Ahora existen tratamientos menos invasivos. Los dos dispositivos recién aprobados se colocan en el corazón mediante un catéter que se introduce por una arteria de la parte superior de la pierna, un método que se utiliza desde hace tiempo para tratar los problemas de las válvulas aórtica y mitral.

Un dispositivo tricúspide es una modificación de otro aprobado en 2013 para tratar la regurgitación de la válvula mitral. Funciona juntando las valvas de la válvula en las zonas de fuga más grave, explica el Dr. Shah.

El otro dispositivo suministra una nueva válvula fabricada con tejido cardíaco de vaca, que suele emplearse en la sustitución quirúrgica de válvulas.

¿Cuándo y cómo intervenir?

Aunque una ecografía cardíaca (ecocardiograma) revele regurgitación tricuspídea, una persona puede tener una función cardíaca normal y no presentar síntomas.

“¿Intervenimos en ese momento para prevenir complicaciones a largo plazo, o debemos esperar a que presenten síntomas y cambios en la función cardiaca? Esa es la pregunta que se plantean actualmente los expertos”, dice el Dr. Shah.

En estos momentos, las personas que presentan síntomas a pesar de tomar diuréticos se consideran posibles candidatas a uno de los dispositivos basados en catéteres, afirma.

Lo ideal sería que acudieran a un centro especializado en valvulopatías, donde podrían recibir una evaluación adicional para determinar si uno de los nuevos dispositivos (o una intervención quirúrgica más tradicional) sería el tratamiento más adecuado.

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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