Harvard Medical School
En algunas personas, los fármacos contra la obesidad pueden mejorar o incluso curar la apnea del sueño, un trastorno respiratorio estrechamente relacionado con problemas cardiovasculares.
Además de ayudar a controlar la diabetes y la obesidad, los populares fármacos conocidos como agonistas del GLP-1 también pueden aliviar otro trastorno estrechamente relacionado con los problemas cardiovasculares: la apnea obstructiva del sueño.
Esta afección tan común -que se caracteriza por breves pausas en la respiración, a menudo acompañadas de fuertes ronquidos- no sólo deja a las personas atontadas y somnolientas durante el día. Si no se trata, este grave trastorno aumenta las probabilidades de sufrir hipertensión, infarto de miocardio e ictus.
El exceso de peso es el principal factor de riesgo asociado a la apnea del sueño, que afecta a un 25% de los hombres y a un 10% de las mujeres en Estados Unidos. Según el Dr. Sogol Javaheri, especialista del sueño del Hospital Brigham and Women’s, afiliado a Harvard, más de la mitad de las personas que padecen esta afección tienen sobrepeso o son obesas, y el riesgo aumenta a medida que aumenta el tamaño corporal.
«El tejido adiposo sobrante en el cuello y la garganta puede estrechar las vías respiratorias, y el peso extra en el pecho y la barriga ejerce presión sobre los pulmones, lo que hace menos eficaz el proceso normal de inhalación y exhalación», explica.
¿Qué ocurre durante la apnea del sueño?
Las pausas respiratorias de 10 a 30 segundos que caracterizan la apnea del sueño se producen cuando las vías respiratorias de la nariz o la garganta quedan parcial o totalmente obstruidas por unas amígdalas grandes, una lengua grande o demasiado tejido en las vías respiratorias.
Tratamiento de la apnea del sueño
En la apnea del sueño, las pausas respiratorias se producen cuando las vías respiratorias se cierran brevemente. El tratamiento de primera línea es la presión positiva en las vías respiratorias (PAP), que utiliza una pequeña máquina de cabecera para empujar un chorro de aire con fuerza a una mascarilla que cubre la nariz o la nariz y la boca para mantener abiertas las vías respiratorias.
Un estudio reciente ha descubierto que uno de los fármacos GLP-1, la tirzepatida (comercializada como Mounjaro para la diabetes de tipo 2 y Zepbound para la obesidad), puede reducir drásticamente el número de interrupciones de la respiración durante el sueño, una medida clave de la gravedad de la apnea del sueño. Publicado el 21 de junio de 2024 en The New England Journal of Medicine, el estudio, de un año de duración, incluyó a 469 personas con obesidad y apnea del sueño de moderada a grave, algunas de las cuales utilizaban máquinas PAP para dormir.
En comparación con las personas que recibieron una inyección de placebo, las tratadas con tirzepatida experimentaron un descenso de casi el 59% en su índice de apnea-hipopnea, una medida que describe el número de veces que la respiración de una persona se ralentiza o se detiene durante una hora de sueño. Los que tomaron tirzepatida perdieron cerca del 20% de su peso corporal.
¿Dejar el PAP?
«Al menos una vez a la semana, veo en mi consulta a personas que han perdido tanto peso con uno de los fármacos para la obesidad que ya no necesitan utilizar el PAP», afirma el Dr. Javaheri. (El otro fármaco GLP-1 para la obesidad, la semaglutida, se vende como Ozempic para la diabetes y Wegovy para la pérdida de peso). «Varios pacientes perdieron entre 15 y 20 kilos, lo que bastó para curar por completo su apnea del sueño».
Aunque la tirzepatida no está aprobada para tratar la apnea del sueño, la FDA la está estudiando para ese uso. Sin embargo, incluso si reúne los requisitos para que le receten semaglutida o tirzepatida en función de su estado de salud, estos medicamentos pueden ser difíciles de obtener debido a la gran demanda, la escasez de existencias, el coste y otros factores.
Dicho esto, la creciente lista de beneficios para la salud de los agonistas del GLP-1 puede hacerlos más accesibles y asequibles en el futuro. Cuando se apruebe la tirzepatida para el tratamiento de la apnea del sueño, las clínicas de medicina del sueño probablemente suministrarán el medicamento, afirma el Dr. Javaheri.
Hace tiempo que se recomienda perder peso a los pacientes con apnea del sueño obesos o con sobrepeso. Después de perder al menos el 10% del peso inicial (es decir, el peso en el momento del diagnóstico), las compañías de seguros suelen pagar otro estudio del sueño para ver si han mejorado lo suficiente como para dejar de usar el PAP, que a menudo resulta incómodo y molesto. «Pero yo aconsejo a las personas que toman fármacos contra la obesidad que esperen a alcanzar su peso objetivo antes de volver a hacerse la prueba», dice el Dr. Javaheri.
Otros factores que contribuyen a la apnea del sueño
Por último, cabe señalar que la obesidad es sólo uno de los factores que predisponen a la apnea del sueño, que también se da en personas sin sobrepeso. «Algunas personas nacen con diferencias anatómicas que las hacen propensas a la apnea del sueño, como unas vías respiratorias estrechas, un cuello más grueso, una lengua grande, amígdalas agrandadas o un mentón pequeño y retraído», dice el Dr. Javaheri.
«Fumar también aumenta considerablemente el riesgo de apnea del sueño, y el alcohol puede provocarla o empeorarla», añade.