El 12 de noviembre es el Día Mundial contra la Obesidad, una patología que ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial.
El sobrepeso y obesidad son enfermedades de origen multifactorial, por ello, además del tratamiento farmacológico, un plan nutricional y actividad física,es de suma importancia que los profesionales en el manejo de estos padecimientos cuenten con un número amplio de opciones y herramientas que apoyen el diagnóstico, la atención y seguimiento de los pacientes, para proveer un entorno más saludable, de mayor apego al tratamiento y mejorar su calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que si usted o su familia no deciden cuidarse y prevenir lo que han catalogado como la epidemia del siglo 21, usted tendrá un lugar asegurado entre los 700 millones de obesos.
Según el organismo, de mantenerse la tendencia actual en cinco años existirán aproximadamente 2 mil 300 millones de adultos con sobrepeso en el planeta.
Entre los países con mayor índice de obesidad se ubican México, Venezuela y Guatemala.
Aunque los estudios indiquen que Latinoamérica aún registra tasas de obesidad muy por debajo con relación a la de los países desarrollados como Estados Unidos, el tema no debe dejarse de lado.
Las tasas de obesidad aumentaron considerablemente desde 1980 cuando comenzó a extenderse el consumo de comida rápida en América Latina.
COMPLICACIONES
La obesidad es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2 y otras complicaciones derivadas de un Día Mundial contra la Obesidad: Una epidemia a nivel mundial n alto índice de masa corporal, como son las enfermedades cardiacas y la hipertensión, así como por los altos costos que implica su atención.
Así, es urgente la implementación de evaluaciones y estrategias específicas con el fin de prevenir el aumento del sobrepeso y la obesidad en la población infantil y en la adolescente.
La obesidad no es sólo un problema de los países ricos.
Muestra de lo anterior es que el número de obesos en América Latina pasará según, las proyecciones, de los 60 millones que
había en 2005 a 191 millones para el 2030.
Se decidió poner nombre y rostro a un problema de salud pública que atraviesa fronteras, y alarma a nuestras sociedades.