El hallazgo del estudio fue publicado por el European Heart Journal.
Los investigadores analizaron a 125.418 pacientes que tomaron anticoagulantes para la fibrilación auricular.
Solo 2.576 tuvieron hemorragia digestiva baja durante los primeros seis meses de tratamiento, independientemente de la edad.
Sin embargo, aquellos que experimentaron sangrado tenían 10 veces más riesgo de ser diagnosticados con cáncer de colon durante el año siguiente en comparación con aquellos que no habían sangrado.
Los investigadores agregaron que la hemorragia digestiva baja nunca debe atribuirse a los efectos secundarios de un anticoagulante, y que las personas con fibrilación auricular que toman anticoagulantes deben controlar sus heces y visitar a su médico si notan sangre o heces negras “alquitranadas”.