Harvard Medical School
Según un estudio presentado en diciembre de 2024 en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, las cantidades excesivas de grasa visceral -la grasa profunda oculta que rodea los órganos abdominales- parecen estar asociadas a niveles más altos de proteínas anormales en el cerebro que son características de la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores recopilaron datos de 80 individuos sanos con una edad media de casi 50 años; el 57,5% eran obesos, con un índice de masa corporal medio de 31. Se les realizó una PET cerebral para detectar placas amiloides y ovillos de tau, que se acumulan en el cerebro de las personas con Alzheimer.
Las resonancias magnéticas del abdomen midieron la grasa visceral y la grasa subcutánea (la que se encuentra bajo la piel). También se midieron los niveles de azúcar, insulina y colesterol en sangre.
Cuando los investigadores analizaron los resultados, descubrieron que los niveles más altos de grasa visceral, pero no de grasa subcutánea, se asociaban con mayores cantidades de proteínas amiloide y tau.
Las personas con exceso de grasa visceral también presentaban indicios de mayor resistencia a la insulina y niveles más bajos de colesterol HDL (bueno), factores ambos que podrían estar relacionados de algún modo con la deposición de amiloide cerebral.
Debido a la edad media de los participantes, los científicos sugirieron que el exceso de grasa visceral puede ser una señal de mayor riesgo de Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas.
Añadieron que introducir modificaciones en el estilo de vida para mantener un peso saludable y prevenir o al menos ralentizar la acumulación de grasa visceral podría ser una forma de protegerse contra la enfermedad.
