Los investigadores reclutaron a 60 personas diagnosticadas de hipertensión arterial y síndrome metabólico, un conjunto de afecciones que eleva el riesgo de sufrir problemas cardiacos y derrames cerebrales.
Los participantes se dividieron aleatoriamente en dos grupos. Durante tres meses, todos hicieron 30 minutos de ejercicio aeróbico cinco días a la semana, seguidos de 15 minutos de yoga o 15 minutos de estiramientos musculares regulares.
A lo largo del estudio, las personas de ambos grupos mejoraron su presión arterial en reposo y su frecuencia cardiaca en reposo (el número de latidos del corazón en un minuto), aunque los practicantes de yoga obtuvieron mejores resultados.
Los del grupo de yoga también redujeron su presión arterial sistólica (el número más alto en una lectura) en 10 puntos, en comparación con sólo 4 puntos para el grupo de estiramiento.
Además, redujeron significativamente el riesgo a 10 años de sufrir un infarto de miocardio o un Derrame cerebral, en comparación con el grupo de estiramientos.
Los investigadores especularon que el efecto calmante del yoga podría ser su ventaja. Señalaron que otras investigaciones han demostrado que el yoga ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Los resultados se publicaron en diciembre de 2022 en la revista Canadian Journal of Cardiology.