En el estudio, 52 hombres en vigilancia activa por cáncer de próstata rellenaron cuestionarios sobre su miedo a la progresión del cáncer, su calidad de vida y su salud emocional. A continuación, la mitad de los hombres realizaron 12 semanas de entrenamiento HIIT supervisado, mientras que la otra mitad no hizo ejercicio.
Los ejercitantes se ejercitaron en una cinta de correr tres veces a la semana, alternando períodos de caminata de baja intensidad con trotes de alta intensidad entre cinco y ocho veces en una sesión de 30 minutos.
En comparación con las personas que no hicieron ejercicio, los participantes en el HIIT informaron de una mejora significativa en la ansiedad, el estrés y la autoestima.
No está claro cómo ayudaron específicamente los entrenamientos HIIT, pero los investigadores tenían algunas ideas. Especularon que el ejercicio regular permitió a los hombres sentir que estaban haciendo algo para evitar que su cáncer progresara.
Llevar a cabo un programa desafiante como el HIIT también puede haber aumentado su autoestima y fortalecido su cuerpo para tolerar mejor el estrés.
Se necesitan más ensayos. Aun así, los resultados ofrecen pruebas sobre cómo el ejercicio puede proporcionar beneficios para la salud mental, además de los físicos. El estudio aparece en la edición de abril de 2022 de The Journal of Urology.