Harvard Medical School
Pregunta. Después de sufrir un derrame cerebral leve, me hicieron una ecografía carotídea que mostró una obstrucción de casi el 80% en la arteria carótida izquierda. ¿Cómo se trata esta afección?
Respuesta. Las arterias carótidas, que discurren a ambos lados del cuello, suministran sangre al cerebro. Al igual que las arterias del corazón, pueden obstruirse con depósitos de grasa (placa). Puede producirse un derrame cerebral si esta placa se rompe y forma un coágulo que interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro, como le ha ocurrido a usted.
(Tenga en cuenta que otras posibles causas de derrame cerebral son la hipertensión arterial grave y los coágulos debidos a la fibrilación auricular).
El tratamiento de este problema, conocido como estenosis de la arteria carótida, incluye los mismos hábitos de vida recomendados para las personas con cardiopatías, como una dieta sana y ejercicio regular. Pero los cardiólogos también recetan estatinas y, si es necesario, otros fármacos para reducir el colesterol LDL (malo) por debajo de 70 miligramos por decilitro.
Esto ayuda a reducir y estabilizar la placa, haciendo menos probable su rotura. También son importantes los medicamentos anticoagulantes como la aspirina o el clopidogrel (Plavix), ya que ayudan a desalentar la formación de coágulos (o al menos a limitar su tamaño).
Para personas como usted, con síntomas y una obstrucción del 70% o más, tiene sentido eliminar la placa, lo que se conoce como revascularización. Hay dos formas de abrir una arteria del cuello estrechada:
La colocación de un stent en la arteria carótida consiste en introducir un tubo delgado llamado catéter en una arteria situada en la parte superior del muslo. El médico maniobra el catéter a través de los vasos sanguíneos hasta el estrechamiento de la arteria carótida y lo utiliza para colocar un filtro en forma de paraguas más allá del estrechamiento para atrapar cualquier placa o resto desprendido.
Una vez que todo está en su sitio, se infla el globo del catéter, que aplasta la placa contra la pared arterial y expande un pequeño tubo de malla metálica (stent). A continuación, el médico desinfla el globo y retira el catéter y el filtro, dejando la endoprótesis en su sitio para mantener abierta la arteria.
La endarterectomía carotídea consiste en eliminar físicamente la placa del interior de la arteria carótida. El cirujano hace una incisión en el cuello para exponer la arteria, la pinza y la abre longitudinalmente en la zona del estrechamiento.
Tras raspar la placa grasa de la arteria, el cirujano la amplía con un parche en forma de diamante, sutura la arteria y cierra la piel del cuello.
En ambos casos, el objetivo es prevenir un futuro derrame cerebral, y ambos lo consiguen bastante bien. Pero estos procedimientos invasivos a veces desencadenan un derrame cerebral, razón por la cual se realizan sobre todo en personas con estrechamiento grave de la arteria carótida que han tenido síntomas.
El riesgo de derrame cerebral es bajo cuando los médicos experimentados realizan estos procedimientos en hospitales donde se hacen con frecuencia.