Un problema frecuente es la apnea obstructiva del sueño, una afección caracterizada por breves pausas en la respiración, que a menudo provocan ronquidos fuertes, gruñidos, jadeos y ahogos.
Estas interrupciones repetidas de la respiración provocan un aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, con el consiguiente estrés para el corazón y la circulación.
“Entre el 40% y el 80% de las personas con enfermedades cardiovasculares pueden padecer apnea del sueño”, afirma el Dr. Sogol Javaheri, especialista del sueño del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a Harvard. Sin embargo, la apnea del sueño no suele detectarse ni tratarse. ¿Por qué?
A menudo, las personas no se dan cuenta de que están jadeando periódicamente durante la noche, a menos que un compañero de cama o un familiar se dé cuenta.
Además, muchas personas con apnea del sueño (sobre todo las que padecen enfermedades cardiovasculares) no informan de somnolencia diurna excesiva, uno de los síntomas más comunes del trastorno, dice el Dr. Javaheri. “Algunas personas están tan acostumbradas a la privación de sueño que no se dan cuenta de que tienen sueño”, afirma.
Causas, riesgos y otros síntomas
La apnea del sueño se produce cuando el tejido de la lengua o la garganta estrecha o bloquea temporalmente las vías respiratorias durante el sueño, a veces hasta 100 veces por hora.
Aunque personas de todas las edades y tamaños pueden desarrollar apnea del sueño, es más frecuente en personas mayores y con sobrepeso u obesidad, así como en personas con problemas cardiacos, tensión arterial difícil de controlar y diabetes.
Una forma que tienen los médicos de evaluar la probabilidad de padecer apnea del sueño es con el cuestionario STOPBANG.
Otros síntomas que puede provocar la apnea del sueño son inquietud nocturna; problemas de concentración o memoria; cambios de humor; dolores de cabeza matutinos; sueños vívidos, extraños o amenazadores; y despertares nocturnos para orinar.
Hágase la prueba de la apnea del sueño con STOP-BANG
Una respuesta afirmativa a tres o más de estas preguntas sugiere una posible apnea del sueño. Pregunte a su médico si debe someterse a un estudio del sueño.
S Roncar: ¿Le han dicho que ronca?
T Cansado: ¿Se siente cansado a menudo durante el día?
O Obstrucción: ¿Sabe si deja de respirar brevemente mientras duerme, o alguien le ha presenciado hacerlo?
P Presión: ¿Tiene la tensión alta o toma medicación para la tensión alta?
B Índice de masa corporal (IMC): ¿Su IMC es igual o superior a 30? (Para obtener una calculadora, consulte /bmi).
A Edad: ¿Tiene 50 años o más?
N Cuello: ¿La circunferencia de su cuello es superior a 16 pulgadas (mujeres) o 17 pulgadas (hombres)?
G Sexo: ¿Es usted hombre?
Diagnóstico de la apnea del sueño
Si cree que puede padecer apnea del sueño, consulte a su médico para que le realice una evaluación. Si es posible, comience con un especialista del sueño (o pida que le remitan a uno), ya que estos expertos suelen estar mejor preparados para gestionar los problemas del seguro y recomendar pruebas y tratamientos adecuados y oportunos.
En el pasado, el diagnóstico de la apnea del sueño siempre requería pasar la noche en un laboratorio del sueño. Hoy en día, la norma son las pruebas a domicilio (más cómodas y baratas).
Se recomiendan a las personas cuyos síntomas sugieren que padecen apnea del sueño de moderada a grave y que no tienen otros problemas médicos importantes.
Para realizar un estudio del sueño en casa, se utiliza un monitor pequeño y ligero, un cinturón que se coloca alrededor de la cintura, una pequeña pinza para el dedo y un sensor que se coloca debajo de la nariz.
Estos dispositivos miden la saturación de oxígeno (la cantidad de oxígeno en la sangre), la frecuencia cardiaca y el flujo de aire, así como los movimientos del pecho y el abdomen y la posición mientras duermes. Si necesita ir al baño, sólo tiene que llevarse el equipo.
Tratamiento de la apnea del sueño
Los cambios en el estilo de vida que pueden mejorar la apnea del sueño incluyen:
- perder peso si es necesario
- evitar el alcohol en las tres horas anteriores a acostarse
- no tomar medicamentos que relajen los músculos por la noche
- tratar la congestión nasal con medicamentos o remedios caseros
- dormir de lado o elevar la cabeza.
Las personas con apnea de moderada a grave suelen necesitar un tratamiento de presión positiva en las vías respiratorias (PAP), que utiliza una pequeña máquina que suministra aire a presión a través de una mascarilla que cubre la nariz (y a veces la boca) para mantener abiertas las vías respiratorias mientras se duerme.
Incluso las personas con apnea del sueño leve que se sienten somnolientas durante el día pueden beneficiarse de la PAP, que puede ayudar a las personas a sentirse más alerta y descansadas y también puede mejorar su estado de ánimo y su calidad de vida, dice el Dr. Javaheri.