Harvard Medical School
¿Quieres darle un empujón a tus entrenamientos? Coge una kettlebell. Esta versátil herramienta de ejercicio se asemeja a una bala de cañón con un asa en la parte superior y su peso oscila entre 5 y 30 libras.
Las kettlebells funcionan de forma similar a las mancuernas y pueden sustituirlas en ejercicios tradicionales como curl de bíceps, estocadas y sentadillas.
Pero el movimiento característico de las kettlebells es el balanceo. Los balanceos se dirigen a grupos musculares normalmente débiles, como los de la parte posterior de los muslos, los glúteos, las caderas y la zona lumbar.
También pueden mejorar la postura, al trabajar los músculos centrales. He aquí cómo hacer un balanceo:
- De pie, con los pies separados a la anchura de los hombros y las rodillas ligeramente flexionadas. Sujeta una kettlebell con ambas manos y un agarre por encima de la mano, con los brazos extendidos hacia abajo delante de ti para que la kettlebell cuelgue entre tus piernas.
- Empuja las caderas hacia atrás y luego estira las piernas mientras balanceas la kettlebell hacia el pecho o a la altura de los ojos.
- Deja que la pesa vuelva a bajar entre tus piernas mientras doblas las caderas y flexionas ligeramente las rodillas. Esto te devuelve a la posición inicial.
- Vuelve a balancearte hacia arriba y continúa repitiendo este movimiento de vaivén.
Pida a un entrenador que le muestre cómo ejecutar un balanceo correcto antes de intentarlo usted mismo.
Empieza con un peso ligero y haz hasta 10 balanceos al principio, para ir progresando a partir de ahí.