Thursday, October 31, 2024

La percepción del dolor

Harvard Medical School

¿Cuándo es el dolor musculoesquelético parte de la vida o una señal de problemas?

La mayoría de las personas experimentan ocasionalmente dolor musculoesquelético, es decir, dolor en los músculos, articulaciones, ligamentos y tendones. Por ejemplo, puede que le duelan los músculos o las articulaciones después de hacer ejercicio o de trabajar en el jardín.

El dolor suele desaparecer después de descansar o tomar un analgésico de venta sin receta.

Pero, ¿cuándo es el dolor señal de problemas?

“No todos los dolores son iguales y nunca deben ignorarse si empiezan a afectar a la vida cotidiana”, dice el Dr. Mohammed Issa, director médico del centro de tratamiento del dolor del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a Harvard.

“Aunque cierto dolor temporal es normal, nunca es normal vivir con dolor”.

El dolor en el cerebro

Las investigaciones han descubierto que los adultos mayores que desarrollan más sarcopenia (pérdida de masa muscular relacionada con la edad) tienen un mayor riesgo de padecer dolor musculoesquelético. (La masa muscular tiende a disminuir entre un 3% y un 5% cada década después de los 30.)

Los adultos mayores también son más propensos a experimentar dolor musculoesquelético por lidiar con el desgaste general de la edad, así como con afecciones de salud que pueden causar dolor.

Pero las personas también se vuelven más sensibles al dolor con la edad. “Los receptores del dolor en el cerebro cambian, por lo que sentimos dolor con más frecuencia y a un nivel más alto”, dice el Dr. Issa. Aun así, muchas personas mayores creen que pueden convivir con el dolor y adaptan su estilo de vida a él.

“Tampoco quieren parecer quejosos, así que se guardan el dolor para sí mismos”, dice el Dr. Issa. “Con el tiempo, esto hace que su dolor se sienta peor de lo que tiene que ser y hace que les resulte más difícil sobrellevarlo”.

¿Agudo o crónico?

Una forma de determinar si su dolor musculoesquelético es motivo de preocupación es identificar si es agudo (de corta duración) o crónico (de larga duración).

Agudo. La mayoría de los dolores agudos proceden de daños en los tejidos corporales causados por un traumatismo físico, como una lesión deportiva o por ejercicio, o un accidente doméstico, como una caída con moratones o un golpe contra algo.

El dolor puede ser agudo, punzante o palpitante, y suele curarse en pocos días o semanas. El dolor agudo de este tipo de lesiones debería disminuir con una combinación de reposo, remedios caseros y analgésicos de venta sin receta.

Crónico. El dolor crónico dura más que el agudo. Puede estar relacionado con lesiones continuas de los tejidos, inflamación persistente o nervios irritados. Los síntomas pueden incluir un dolor sordo, punzante, urente, punzante o parecido a una descarga eléctrica, y sensaciones como hormigueo y entumecimiento.

El dolor crónico dura al menos dos o tres meses, a menudo mucho después de haberse recuperado de la lesión o enfermedad que lo precipitó, y puede incluso llegar a ser permanente.

Explicar el dolor

Puede resultar difícil describir el dolor. Pero cuantos más detalles des, más fácil le resultará al médico diagnosticar el problema. He aquí algunas formas de explicar el dolor:

Escala de 10 puntos. Utiliza una clasificación numérica, en la que cero signifique que no hay dolor y 10 que el dolor es extremo.

 

Frecuencia y duración. Cuándo se produce el dolor, como la hora del día o después de determinadas actividades o movimientos.

¿El dolor aparece con regularidad o de repente? ¿Desaparece al cabo de un rato o persiste?

Descripción. Utiliza los adjetivos que mejor describan las sensaciones.

¿El dolor es sordo, agudo, quemante, persistente, punzante?

Localización. ¿En qué parte del cuerpo duele exactamente? ¿El dolor se desplaza o permanece en el mismo sitio?


Tratamiento del dolor

La mayoría de los dolores musculoesqueléticos agudos provocados por lesiones pueden tratarse con remedios caseros. El Dr. Issa recomienda empezar con lo que se conoce como régimen RICE: reposo, hielo, compresión y elevación.

Esto incluye descansar el cuerpo, aplicar frío en la zona dolorida, llevar una venda elástica para comprimir la zona dolorida y elevar la zona dolorida, como apoyar la pierna sobre almohadas.

Muchas personas encuentran alivio con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre, como el ibuprofeno (Advil, Motrin) y el naproxeno (Aleve).

Para evitar efectos secundarios, tome la dosis eficaz más baja durante el periodo más corto. Las personas que padezcan una enfermedad renal, hayan tenido una úlcera péptica o tomen anticoagulantes no deben tomar AINE a menos que se lo indique su médico.Otra opción es el paracetamol (Tylenol). Las dosis altas de paracetamol pueden dañar el hígado, por lo que es importante no tomar más de 3.000 miligramos en un periodo de 24 horas.

Muchos analgésicos contienen paracetamol sin destacarlo en el envase, así que asegúrate de leer todos los detalles en las etiquetas.

 

La conclusión es que nunca debes ignorar el dolor continuo. Tome las medidas adecuadas para tratar el dolor agudo y evitar que se convierta en crónico.

“Cualquier dolor que persista, aunque se alivie parcialmente con medicación, necesita una evaluación médica”, dice el Dr. Issa. “El dolor es tu cuerpo diciéndote que algo va mal”.

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