Muchas mujeres notan cambios en su piel en la menopausia. Para algunas mujeres, esto significa sequedad, manchas de la edad o una tendencia a los hematomas.
Para otros, los niveles de estrógeno disminuyen mientras que los niveles de hormonas masculinas, como la testosterona, siguen siendo los mismos, lo que puede provocar brotes de acné.
Si bien es posible que sienta la tentación de buscar productos para el acné diseñados para adolescentes, es posible que su piel no tolere estos tratamientos duros tan bien como podría haberlo hecho en sus años más jóvenes.
Busque productos que puedan ayudar a limpiar sus poros, como los que contienen ácido salicílico, sin resecar la piel.
Si su acné no responde al tratamiento, considere hacer una cita con un dermatólogo para ayudar a resolver el problema.