Friday, September 13, 2024
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Piensa rápido: ¿Cómo te protege tu cara?

Harvard Medical School

El rostro humano ayuda a protegernos de un mundo a veces aterrador.

Tu rostro desempeña un papel fundamental en tus interacciones con el mundo. Suele ser lo primero en lo que se fija una persona cuando te mira.

En ella se encuentran los ojos, la nariz y la boca, partes vitales del cuerpo que nos permiten comer, beber y comunicarnos. Pero nuestros rasgos faciales también están diseñados para su propia autoprotección y ayudan a proteger nuestro cuerpo de muchas formas sorprendentes.

Mi breve carrera como vaquero

Aprendí cómo el rostro humano está diseñado para la autoprotección mientras agitaba un lazo que me habían regalado por mi cumpleaños.

A los 8 años, había visto suficientes películas de vaqueros como para creer que sabía usarlo, al menos hasta que la cuerda me golpeó en la cara. En cuestión de segundos, una raya roja me recorrió la frente, las cejas y las mejillas. Pero me saltó el ojo.

Una vez segura de que estaba bien, mi madre me dijo que el hecho de estar echada hacia atrás y rodeada por los huesos de la cuenca ocular me había protegido el ojo.

Aquel día aprendí dos lecciones importantes. En primer lugar, la anatomía facial es extraordinariamente buena protegiéndose a sí misma. La segunda, que usar un lazo es más difícil de lo que parece.

¿Cómo ayudan los ojos a proteger el cuerpo?

Nuestros ojos nos ayudan a mantenernos a salvo transmitiendo al cerebro información detallada sobre lo que nos rodea.

Tener dos ojos apuntando hacia delante (en lugar de uno solo) permite percibir la profundidad y ampliar el campo de visión.

Además:

Las cejas ayudan a alejar de los ojos la suciedad, el sudor, el agua de lluvia u otras sustancias que llegan a la frente.

También comunican emociones, como resulta obvio si se compara la posición de las cejas de una persona cuando está enfadada, sorprendida o temerosa.

Las pestañas actúan como guardianes de la parte frontal de los ojos, impidiendo que el polvo, el sudor y otros irritantes penetren en ellos.

Y como las pestañas son sensibles al tacto, también pueden alertar cuando hay algo cerca del ojo.

 

La córnea protege los ojos de lo que puede ser nocivo en el entorno, al tiempo que permite el paso de la luz para que llegue a los nervios de la parte posterior del ojo.

La córnea está perfectamente adaptada para estas tareas: su resistente revestimiento exterior protege la parte frontal del ojo, pero es transparente para que la luz pueda pasar a través de ella.

¿Cómo ayuda la nariz a proteger el cuerpo?

La nariz que nos permite oler las flores, el pan al hornearse y otros olores agradables también sirve como sistema de alarma: si hay una fuga de gas o si la comida se ha echado a perder, un buen sentido del olfato puede salvarnos la vida.

Además, calienta y humidifica el aire que pasa. Esto es importante porque el aire frío y seco puede irritar los pulmones.

Además:

Los pelos de la nariz ayudan a filtrar del aire partículas más grandes, como el polvo o el hollín.

 

El revestimiento nasal está formado por células inmunitarias preparadas para atacar las partículas tóxicas del aire, los virus u otros intrusos.

También produce mucosidad protectora que puede atrapar pequeñas partículas y evitar que las fosas nasales se sequen.

Los estornudos expulsan pequeñas partículas, como microorganismos o sustancias químicas irritantes, a través de la nariz.

¿Cómo ayuda la boca a proteger el organismo?

Comer, beber y hablar son algunas de las funciones más importantes de la boca, pero hay otras formas de protección:

 

Al cerrar la boca se forma un sello hermético. Esto es muy útil porque, de lo contrario, nos costaría mucho nadar -o incluso caminar- y podríamos tragar bichos constantemente (entre otras cosas).

 

La tos permite expulsar por la boca partículas u organismos no deseados.

 

La saliva contiene anticuerpos que atacan a los organismos infecciosos antes de que se introduzcan en el organismo.

 

Las membranas mucosas que recubren el interior de la boca permiten la sensación del gusto. Eso es importante para la calidad de vida y para evitar comer algo tóxico.

Y las mucosas albergan células inmunitarias clave, que sirven de barrera inmunitaria de primera línea contra virus y otros organismos infecciosos.

La evolución del rostro humano

¿Cómo es posible que el rostro humano se haya desarrollado para proteger a su huésped de tantas maneras?

Como ocurre a menudo con el cuerpo humano, puede agradecérselo a la evolución. A lo largo de miles de años, la presión evolutiva hizo que los rasgos que favorecen la supervivencia se conservaran en nuestra composición genética.

Esto incluye la anatomía facial: cada elemento de la cara está ahí por una razón, desde su forma y función hasta sus diversos accesorios y orificios.

Incluso los rasgos que los humanos consideran atractivos (como la simetría, la juventud o la familiaridad) se deben en parte a la presión evolutiva: estos rasgos ayudan a atraer parejas y, por tanto, pueden aumentar las posibilidades de transmitir genes a la descendencia.

En resumen

Los rasgos característicos del rostro humano sirven para protegerse a sí mismo y a su huésped. A diferencia de la comunicación y la interactividad social, estos rasgos son menos conocidos y probablemente infravalorados.

Así que, la próxima vez que se mire al espejo, adelante: Comprueba lo bien que te ves. O los signos de la edad. O en busca de lechugas en los dientes. Pero busques lo que busques, recuerda: el aspecto de tu cara es mucho más que tu apariencia.

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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