Existen diferencias entre el placer masculino y femenino que se reflejan en la mayoría de las parejas.
La principal está en el tiempo que tardan unos y otros en alcanzar el punto cumbre de excitación.
La fase de meseta es más larga en las mujeres, que necesitan más “tiempo” que los hombres.
Sin embargo, los orgasmos duran lo mismo para todos.
Una misma mujer puede vivir las tres experiencias que explica el gráfico de la derecha en distintos encuentros sexuales.
Las posibilidades son: multiorgasmo, un único orgasmo y excitación sin orgasmo.
Los expertos inciden en que, con práctica, toda mujer puede ser multiorgásmica.