Harvard Medical School
Cambiar la sal de mesa por un sustituto de la sal puede derribar en gran medida el riesgo de desarrollar hipertensión, según un análisis publicado en el número de febrero de 2024 de la revista Journal of the American College of Cardiology.
En el estudio participaron 609 adultos de 55 años o más (edad media 71 años, 26% mujeres) que vivían en centros asistenciales de China. Todos tenían una presión arterial normal al inicio del estudio. Los participantes se dividieron en dos grupos: 298 siguieron consumiendo sal de mesa, mientras que 313 utilizaron un sustituto de la sal compuesto por un 62,5% de cloruro sódico, un 25% de cloruro potásico y un 12,5% de aromas.
Durante los dos años siguientes, los participantes del grupo del sustituto de la sal tuvieron un 40% menos de probabilidades de desarrollar hipertensión arterial que sus compañeros que siguieron consumiendo sal común.
Casi la mitad de los adultos de Estados Unidos padecen hipertensión. Sin embargo, según los autores del estudio, las personas de todas las edades, tengan o no hipertensión, pueden beneficiarse de sustituir la sal común por un sustituto de la sal enriquecido con potasio.
Las limitaciones de este estudio incluyen que se llevó a cabo en China, donde las dietas son fundamentalmente diferentes de las de Estados Unidos, y que sólo el 26% de los participantes eran mujeres.