Friday, March 28, 2025
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Lo que la hipertensión puede hacerle a su cuerpo

Daños en las arterias

Las arterias deben ser resistentes, elásticas y lisas para transportar fácilmente la sangre desde el corazón y los pulmones hasta los órganos y otros tejidos. La hipertensión arterial (HTA) presiona con demasiada fuerza las paredes arteriales. Esto daña su interior y hace que se acumule grasa o «placa». Esa placa hace que las arterias se vuelvan más rígidas y estrechas, por lo que no pueden realizar bien su función.

Aneurisma

Se produce cuando la presión empuja hacia fuera una sección de la pared de una arteria y la debilita. Si se rompe, puede producirse una hemorragia que puede ser grave. Puede producirse en cualquier arteria, pero los aneurismas son más frecuentes en la aorta, que recorre la parte central del cuerpo.

Si tiene una arteria dañada, puede sufrir un aneurisma aunque no padezca hipertensión.

Enfermedad arterial coronaria (EAC)

La EAC se produce cuando se acumula placa en las arterias próximas al corazón. Esto ralentiza el flujo sanguíneo, lo que puede provocar dolor en el pecho o un ritmo cardiaco extraño (arritmia). Una obstrucción total puede provocar un infarto de miocardio.

Infarto de miocardio

Cuando se acumula suficiente placa, o se desprende un grumo de ella, como para obstruir por completo una arteria que va al corazón, puede producirse un infarto. La obstrucción priva al músculo cardiaco de oxígeno y nutrientes. Esto puede dañarlo o destruirlo.

Suele sentir presión o dolor en el pecho, pero a veces también en el brazo, el cuello o la mandíbula. Puede que te cueste respirar y que tengas mareos o náuseas.

Llame al 911 si tiene alguno de estos síntomas.

Enfermedad arterial periférica (EAP)

La arteriopatía periférica es como la EAC, pero afecta a los vasos sanguíneos más alejados del corazón, como los de los brazos, las piernas, la cabeza o el estómago. Puede sentir dolor o calambres en las piernas, a menudo al caminar o subir escaleras. También puede cansarle. El dolor puede desaparecer cuando descansa y reaparecer cuando se mueve.

Si no se trata, la arteriopatía periférica puede acarrear problemas más graves, como derrames cerebrales, úlceras y pérdida de circulación en las piernas, lo que puede provocar amputaciones.

Insuficiencia cardiaca

La hipertensión puede estrechar las arterias. Con el tiempo, esto puede hacer que el corazón trabaje más y se debilite. Al final, se debilita tanto que no puede suministrar suficiente sangre al resto del cuerpo. Esto es la insuficiencia cardíaca.

Corazón agrandado

Al trabajar más para mover la sangre, el músculo del corazón se hace más grueso. Como consecuencia, el corazón aumenta de tamaño. Cuanto más crece, menos capaz es de cumplir su función, lo que significa que los tejidos pueden no recibir el oxígeno y los nutrientes que necesitan.

Derrame cerebral

La hipertensión arterial es la principal causa de un derrame cerebral. Hay dos tipos:

  • Hemorrágico: una arteria debilitada estalla en el cerebro.
  • Isquémico: Un grupo o «coágulo» de placa se desprende y bloquea el flujo sanguíneo a las células cerebrales.

Una parte del cerebro empieza a morir cuando no recibe suficiente sangre. Esto puede afectar a su capacidad para pensar, moverse, hablar y ver. Para los síntomas, recuerda RÁPIDO:

  • ¿Cara caída?
  • ¿Debilidad en los brazos?
  • ¿Problemas para hablar?
  • Es hora de llamar al 911.

Demencia

La HBP puede provocar la acumulación de placa en las arterias que irrigan el cerebro. La obstrucción de esas arterias puede ralentizar el flujo de sangre al resto del cuerpo. Cuando altera el funcionamiento del cerebro, se habla de «demencia vascular».

Puede afectar a su capacidad de pensar, hablar, ver, recordar e incluso a su forma de moverse. Suele ocurrir lentamente, con el paso del tiempo. Pero si sufre un derrame cerebral, puede notar los síntomas muy rápidamente.

Insuficiencia renal

La hipertensión arterial es la segunda causa de insuficiencia renal. Estrecha y endurece los vasos sanguíneos que utilizan los riñones para eliminar los desechos y el exceso de líquido.

Esto impide que los filtros especiales, llamados nefronas, reciban suficiente sangre y nutrientes. Con el tiempo, los riñones pueden dejar de funcionar definitivamente.

Problemas oculares

Con el tiempo, la hipertensión puede reducir el flujo sanguíneo a la retina, la capa de tejido sensible a la luz situada en la parte posterior del globo ocular. También puede ralentizar el recorrido de la sangre hacia el nervio óptico, que ayuda a enviar señales al cerebro. Cualquiera de las dos cosas puede enturbiar la visión o, en algunos casos, hacer que desaparezca.

La HBP también puede hacer que se acumule líquido bajo la retina. Esto puede dejar cicatrices en el tejido y distorsionar la visión.

Problemas sexuales en los hombres

La hipertensión puede ralentizar el flujo sanguíneo en cualquier parte del cuerpo. Si no llega suficiente sangre al pene, puede tener problemas para conseguir o mantener una erección. Si pensaba que estaba sano, esto puede ser una señal de que necesita ver a su médico para comprobar su presión arterial alta y descartar problemas de salud relacionados.

Problemas sexuales en las mujeres

Su cuerpo puede responder de forma diferente debido a la disminución del flujo sanguíneo a la vagina, tanto antes como durante las relaciones sexuales. Es posible que no te excites tanto cuando lo deseas y que te cueste más llegar al clímax. La hipertensión también puede hacer que te sientas más cansada. También puede reducir tu deseo sexual.

Pérdida de masa ósea

Las personas con hipertensión suelen tener más calcio en la orina. Es posible que la hipertensión haga que el organismo elimine una cantidad excesiva de este mineral tan importante para la fortaleza de los huesos. Esto puede provocar roturas o fracturas, especialmente en las mujeres mayores.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es una enfermedad en la que los músculos de la garganta se relajan demasiado y se interrumpe la respiración brevemente, pero de forma repetida, mientras se duerme. La hipertensión parece provocar apnea del sueño, que a su vez parece elevar la tensión arterial. Trabaje con su médico para tratar ambas afecciones lo antes posible. Puede prevenir otros problemas de salud.

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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