Harvard Medical School
Se ha demostrado que seguir una dieta vegetal que incluya una variedad de frutas y verduras ayuda a derribar la hipertensión.
Pero, ¿pueden estos alimentos proteger también contra el empeoramiento de la enfermedad renal crónica en personas que ya padecen hipertensión?
Para averiguarlo, los investigadores reclutaron a 153 participantes con hipertensión arterial y enfermedad renal crónica. La enfermedad renal se confirmó por los altos niveles de albúmina en la orina. La albúmina, una proteína que se encuentra en la sangre, puede pasar a la orina cuando un riñón está dañado.
Los investigadores teorizaron que comer más fruta y verdura podría ayudar a derribar la carga de ácidos de la dieta, lo que no sólo ayuda a bajar la tensión arterial, sino que también puede reducir el estrés de los riñones. Los participantes se dividieron en tres grupos.
Los de un grupo añadieron de dos a cuatro tazas de fruta y verdura a su dieta diaria. Los de otro grupo tomaron un régimen de comprimidos de bicarbonato sódico para reducir la acidez, prescrito a menudo a los enfermos renales crónicos. Las personas de un grupo de control recibieron atención médica estándar.
Las frutas consumidas fueron manzanas, albaricoques, naranjas, melocotones, peras, pasas y fresas. Las verduras eran principalmente zanahorias, coliflores, berenjenas, lechugas, patatas, espinacas, tomates y calabacines.
Al cabo de cinco años, tanto las personas del grupo de frutas y verduras como las del grupo de bicarbonato sódico presentaban menos daños renales que las del grupo de control.
Además, los del grupo de frutas y verduras también tenían mejores lecturas de la tensión arterial, niveles más bajos de colesterol LDL (malo) y un peso corporal más saludable. El estudio fue publicado en línea el 5 de agosto de 2024 por The American Journal of Medicine.