Esos productos proporcionan aproximadamente el 70% del sodio en la dieta estadounidense típica, que incluye un promedio de aproximadamente 3.400 miligramos (mg) de sodio por día.
Los nuevos objetivos buscan reducir la ingesta promedio de sodio en aproximadamente un 12% durante los próximos dos años y medio, hasta aproximadamente 3.000 mg por día.
Esa cantidad todavía está por encima de los 2,300 mg recomendados por las pautas dietéticas federales, pero es un comienzo.
El consumo excesivo de sal puede aumentar la presión arterial y aumenta el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Mientras tanto, trate de comer más alimentos frescos y sin procesar y reduzca los alimentos más salados de su dieta (o busque versiones con bajo contenido de sodio).
Las principales fuentes de sodio en la dieta incluyen panes y panecillos (porque la gente los come con frecuencia), embutidos y embutidos, pizza, platos de aves de corral (como pollo asado y nuggets de pollo), sopas y sándwiches (incluidas hamburguesas).