Los investigadores reclutaron a unos 21.000 adultos mayores para el estudio, la mayoría con antecedentes de accidente cerebrovascular e hipertensión arterial.
A la mitad de los participantes se les asignó el uso de sal común (cloruro de sodio) en la preparación de sus alimentos en el hogar.
La otra mitad a usar un sustituto de la sal (75% de cloruro de sodio y 25% de cloruro de potasio).
Después de cinco años, las personas que usaban el sustituto de la sal tenían un 14% menos de riesgo de accidente cerebrovascular, un 13% menos de riesgo de ataque cardíaco y un 12% menos de riesgo de muerte prematura, en comparación con las personas que usaban sal regular.
Gran parte del sodio en nuestra dieta proviene de alimentos procesados cargados de sodio en lugar de sal espolvoreada.
Además de reducir esos alimentos, este estudio sugiere que usar un sustituto de la sal en lugar de sal tiene sentido.
Y no olvide la opción de usar una especia completamente diferente para mejorar el sabor de la comida, como romero, orégano, comino o eneldo.
Si consume alimentos procesados, tome nota:
El 13 de octubre de 2021, la FDA emitió reglas voluntarias para que los fabricantes de alimentos reduzcan la sal en los alimentos procesados con el objetivo de reducir la ingesta total de sodio de los consumidores en 400 miligramos (mg) por día.