Hasta ahora, pocos estudios habían analizado la relación de los diferentes aspectos de la actividad física, tanto realizada en el trabajo como durante el tiempo libre, con el riesgo de sufrir un ataque cardiaco.
Aunque se ya se conoce la asociación entre la actividad física y el riesgo cardiovascular, el valor añadido de este estudio, entre otras muchas cosas, es una perspectiva mundial.
Beneficios de la actividad física
Estos resultados subrayan la importancia de la actividad física y confirman su efecto protector, independientemente de beneficio conocido de modificar factores de riesgo tradicionales como el tabaquismo.
El dato curioso radica en que poseer un coche o un televisión, objetos que favorecen el sedentarismo, es un factor de riesgo independiente para sufrir un ataques al corazón.
Mejor moverse
Las personas cuyo trabajo obligaba a una actividad física leve o moderada tenían un riesgo del 22% y del 11% menor de sufrir un ataque cardiaco en comparación con las personas cuya ocupación era principalmente sedentaria.
Sin embargo, el trabajo pesado no se asociaba con dicha disminución.
En cuanto al tiempo libre, cualquier actividad física reducía el riesgo de un ataque.
Si queremos apoyar un envejecimiento saludable, debemos poner fin a la pandemia del sedentarismo.
Así pues, mantenerse en buena forma física durante toda la vida puede ser una de las formas más fáciles, baratas y eficaces para evitar las enfermedades cardiovasculares.