Las moscas volantes pueden aparecer a cualquier edad, pero son más frecuentes entre los 50 y los 75 años.
Están formadas por pequeñas motas de una proteína llamada colágeno que forma parte del humor vítreo, el relleno gelatinoso de los ojos.
A medida que envejecemos, el material vítreo puede separarse de la retina en la parte posterior del ojo, creando moscas volantes.
También son más probables si se es miope o se ha tenido una operación de cataratas.
Aunque las moscas volantes son molestas, no deberían dificultar la visión.
No se alarme si tiene unas pocas moscas volantes que no cambian con el tiempo. En los días luminosos, el simple hecho de llevar gafas de sol puede ayudar.
Pero acuda al médico inmediatamente si nota un aumento repentino de moscas volantes, destellos de luz en el campo visual, pérdida de visión lateral o dolor ocular.
Pueden ser signos de desgarro o desprendimiento de retina, que requieren tratamiento urgente para evitar la pérdida de visión.