Thursday, March 27, 2025
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Cómo hacer preguntas médicas embarazosas

Harvard Medical School

Puede que no quiera «ir allí», pero soportar un poco de incomodidad puede conseguirle la ayuda que necesita.

La mayoría de nosotros tenemos algún problema o duda de salud que nos parece demasiado mortificante comentar con nadie, ni siquiera con un médico. Problemas sexuales, intestinales, olor corporal… es difícil divulgar detalles personales que comprometen la dignidad.

Aunque es comprensible, guardarse las preocupaciones para uno mismo puede hacerle sufrir innecesariamente, quedarse sin tratamiento o incluso arriesgarse a sufrir graves consecuencias para su salud.

Así que respire hondo y ármese de valor. Tenemos consejos que te ayudarán a hacer las preguntas difíciles.

Acepte el tema

Hay cosas de las que es difícil hablar, sobre todo con el médico. Es normal que no quiera hablar de flatulencias, mal aliento, caída del cabello, aumento de peso, deposiciones de aspecto extraño, incontinencia fecal o urinaria, diarrea, estreñimiento, disfunción eréctil, sequedad vaginal, picor en el trasero, bultos o crecimientos nuevos, trastornos del estado de ánimo o dificultades para caminar o para oír.

Sin embargo, su médico sí quiere hablar de esas cosas y ayudarle con ellas. Su trabajo va más allá de protegerle contra enfermedades graves, como los infartos de miocardio. Y es probable que usted se enfrente a algo que su médico ha visto muchas veces.

«No puedo imaginar nada que me sorprenda después de casi 40 años. Ya nada me sorprende», dice la doctora Suzanne Salamon, jefa asociada de gerontología del Centro Médico Beth Israel Deaconess, afiliado a Harvard.

Identifique los obstáculos a la conversación

Aunque aceptes que hablar de las funciones corporales es algo habitual para el médico, puede que te resulte incómodo compartir detalles tan personales.

Puede que le resulte incómodo hablar con un profesional al que ve poco y no conoce realmente, o con un médico que tiene la misma edad que sus nietos mayores. Tal vez piense que el médico no se va a preocupar por su problema o no le va a tomar en serio, sobre todo si parece tener una agenda apretada.

Tal vez le avergüence ser mayor y no quiera plantear la cuestión de si ha llegado el momento de pensar en un audífono o un andador. «La gente a menudo siente que ha llegado a la vejez si necesita uno de esos aparatos, así que no quiere sacar el tema», dice el Dr. Salamon.

O puede que seas demasiado tímida para hablar de un tema que puede conducir a un examen físico íntimo, como un tacto vaginal.

Prueba algunas soluciones

Si sabes qué es lo que te impide hablar con tu médico sobre un problema concreto, considera la posibilidad de tomar medidas para abordar el problema. Aquí tienes algunas ideas.

Habla con alguien con quien te sientas cómodo. Si te resulta incómodo hablar con tu médico de cabecera, pero te sientes a gusto charlando sobre tu salud con una enfermera de la consulta, empieza por ahí. O quizá te sientas mejor hablando de temas femeninos con una mujer, o de temas masculinos con un hombre.

No empieces la conversación cara a cara. Puede resultar menos embarazoso si al principio describes tu problema o planteas una pregunta por teléfono o en un mensaje de tu portal del paciente.


Acuda a un especialista.
«Vaya directamente al experto», dice el Dr. Salamon. «No necesitas una derivación si tienes Medicare, y consultarás con alguien que ve tu tipo de problema todos los días».

 

Deje a su compañero en la sala de espera. Puede ser importante llevar a un compañero como otro par de ojos y oídos durante una cita, pero no pasa nada si le pides a esa persona unos minutos de intimidad para poder hablar a solas con tu médico.

 

Utiliza una frase inicial sencilla. «Diga: ‘Me da un poco de vergüenza sacar este tema, pero me preocupa mucho y espero que pueda ayudarme’», aconseja el Dr. Salamon.

 

Utiliza términos médicos. Puede que te sientas mejor si describes tu problema de una forma más profesional y práctica. Por ejemplo, di «heces» o «movimiento intestinal» en lugar de «caca».

 

Escríbelo. Entrega al médico una breve nota si te da vergüenza preguntar algo durante la consulta. Así también le darás tiempo al médico para que investigue un poco y se ponga en contacto contigo.


Acaba de una vez.
«Cuanto más esperes para hablar de algo embarazoso, más empeorará el problema», dice el Dr. Salamon. «Ten el valor de hablar con tu médico y recuerda que está ahí para ayudarte.

Esa es la razón de ser de la medicina: los médicos quieren solucionar los problemas que más te molestan, sean ‘graves’ o no. Sé que yo tranquilizaría a alguien diciéndole que, pase lo que pase, intentaremos mejorarlo».

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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