Las últimas directrices del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU., publicadas el 1 de noviembre de 2022 en JAMA, desaconsejan el uso de estrógenos solos o de fórmulas combinadas de estrógenos y progesterona -tanto parches como píldoras- para prevenir enfermedades crónicas como la osteoporosis o las enfermedades cardiovasculares.
Las directrices actualizadas no abordan específicamente la terapia hormonal para los síntomas relacionados con la menopausia.
Sin embargo, los autores señalan que estas mujeres y las que sufrieron una menopausia precoz debido a una intervención quirúrgica u otras afecciones deben considerarse candidatas al tratamiento hormonal.
Los autores basaron sus recomendaciones en una revisión de dos docenas de estudios de alta calidad.
Aunque los análisis mostraron menores riesgos de problemas como fracturas, diabetes y cáncer colorrectal entre las mujeres posmenopáusicas que utilizaban terapia hormonal, estos beneficios se vieron contrarrestados por mayores riesgos de otras afecciones graves, como cáncer de mama invasivo, ictus y coágulos sanguíneos.