Respuesta. Cuando se trata de controlar la hipertensión, la dieta media de los estadounidenses aporta demasiado sodio y muy poco potasio.
Revertir este desequilibrio podría prevenir o controlar la hipertensión y reducir el número de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y muertes por cardiopatías.
Los niveles corporales normales de potasio son esenciales para la función muscular. El potasio relaja las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial y protegiendo contra los calambres musculares.
Varios estudios han demostrado que existe una relación entre una ingesta baja de potasio, un aumento de la tensión arterial y un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
Por el contrario, las personas con tensión arterial alta pueden reducir significativamente su tensión arterial sistólica (la cifra más alta en una lectura) aumentando su ingesta de potasio a partir de alimentos sanos.
La mayoría de los estadounidenses apenas ingieren la mitad de la cantidad recomendada de potasio: 4.700 miligramos (mg) diarios. Las frutas, las verduras, las judías y algunas semillas son buenas fuentes. Los plátanos (unos 425 mg de potasio en uno de tamaño mediano) suelen utilizarse como ejemplo de potasio.
Si, como muchas personas con hipertensión, también está intentando perder peso, considere los alimentos ricos en potasio y bajos en calorías y carbohidratos.
Buenos ejemplos son el brocoli, las espinacas y otras verduras de hoja verde. Otras opciones (aunque ligeramente más ricas en carbohidratos y calorías) son la calabaza, el boniato y frutas como el melón, el kiwi y las nectarinas.
Por lo general, los riñones se encargan de eliminar el potasio que ingerimos. Sin embargo, las personas con enfermedad renal avanzada tienen una capacidad reducida para excretar potasio.
Por tanto, una dieta rica en potasio puede elevar peligrosamente los niveles de esta sustancia en sangre. Estas personas recibirán instrucciones específicas de su médico o dietista sobre los alimentos que deben limitar.
Aunque las dietas ricas en potasio suelen ser saludables, no ocurre lo mismo con los suplementos. Lo más seguro es tomar un suplemento de potasio sólo si su médico se lo recomienda.
Esto es especialmente cierto si tomas ciertos medicamentos que interfieren en la regulación del potasio por los riñones, como la espironolactona (Aldactone), la amilorida (Midamor), la eplerenona (Inspra) o el triamtereno (Dyrenium).
Ciertos fármacos utilizados para la hipertensión arterial, como los inhibidores de la ECA y los bloqueantes de los receptores de angiotensina, y dosis elevadas de antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve), también pueden aumentar el potasio en sangre hasta niveles potencialmente perjudiciales, sobre todo cuando se combinan con suplementos de potasio.