Alrededor del 10% de las enfermedades de Alzheimer son de aparición temprana, comenzando antes de los 65 años
No necesariamente. De los más de 55 millones de personas que viven con demencia en todo el mundo, aproximadamente entre el 60% y el 70% tienen la enfermedad de Alzheimer.
Y de esos 33 a 38,5 millones de personas con Alzheimer, la pérdida de memoria u otros síntomas comenzaron antes de los 65 años en el 10% de ellos. El Alzheimer es, de hecho, la causa más común de demencia de aparición temprana.
Un estudio reciente realizado en los Países Bajos reveló que, de las personas con una clasificación conocida de su demencia de inicio joven, el 55% tenía la enfermedad de Alzheimer, el 11% demencia vascular, el 3% demencia frontotemporal, el 3% demencia de la enfermedad de Parkinson, el 2% demencia con cuerpos de Lewy y el 2% afasia primaria progresiva.
La demencia de inicio joven es poco común
Para ser claros, la demencia de inicio joven (por definición, comienza antes de los 65 años, y a veces se llama demencia de inicio temprano) es poco común.
Un estudio realizado en Noruega descubrió que la demencia de inicio joven se daba en 163 de cada 100.000 personas, es decir, en menos del 0,5% de la población.
Por tanto, si tiene menos de 65 años y ha notado algún problema de memoria, tiene un 99,5% de posibilidades de que haya una causa distinta a la demencia. (¡Uf!)
Hay algunas excepciones a esta afirmación. Debido a que tienen una copia extra del cromosoma que porta el gen del amiloide que se encuentra en las placas de Alzheimer, más de la mitad de las personas con síndrome de Down desarrollan la enfermedad de Alzheimer, normalmente entre los 40 y los 50 años.
Otras anomalías genéticas que se dan en las familias también pueden hacer que la enfermedad de Alzheimer comience a los 50, 40 o incluso 30 años, pero usted sabría si está en riesgo porque uno de sus padres habría tenido la enfermedad de Alzheimer de aparición temprana.
¿En qué se diferencia la enfermedad de Alzheimer de inicio joven de la de inicio tardío?
Lo primero que hay que dejar claro es que, al igual que no hay dos personas iguales, no hay dos individuos con la enfermedad de Alzheimer que muestren los mismos síntomas, aunque la enfermedad haya comenzado a la misma edad.
No obstante, existen algunas diferencias entre la enfermedad de Alzheimer de inicio joven y la de inicio tardío.
Las personas con la típica enfermedad de Alzheimer de aparición tardía que comienza a los 65 años o más muestran la combinación de cambios en el pensamiento y la memoria debidos a la enfermedad de Alzheimer más aquellos cambios que forman parte del envejecimiento normal.
Las partes del cerebro que más cambian en el envejecimiento normal son los lóbulos frontales. Los lóbulos frontales son responsables de muchas funciones cognitivas diferentes, como la memoria de trabajo -la capacidad de mantener la información en la cabeza y manipularla- y la percepción de los problemas que uno tiene.
Esto significa que, en relación con la función cognitiva, las personas con enfermedad de Alzheimer de inicio joven pueden mostrar problemas relativamente aislados con su memoria episódica -la capacidad de formar nuevos recuerdos para recordar los episodios recientes de su vida-.
Las personas con enfermedad de Alzheimer de inicio tardío muestran problemas con la memoria episódica, la memoria de trabajo y la perspicacia. Así pues, cabe imaginar que la vida es más dura para quienes padecen la enfermedad de Alzheimer de aparición tardía, ¿verdad?
La depresión y la ansiedad son más comunes en la enfermedad de Alzheimer de inicio joven
Las personas con enfermedad de Alzheimer de inicio tardío muestran un mayor deterioro, de media, en su cognición y funcionamiento diario que las personas con enfermedad de Alzheimer de inicio joven, al menos cuando la enfermedad comienza.
Sin embargo, como su percepción también está deteriorada, los enfermos de inicio tardío no notan tanto estas dificultades.
La mayoría de mis pacientes con enfermedad de Alzheimer de inicio tardío me dicen que sus problemas de memoria son muy leves o que no tienen ningún problema de memoria.
Por el contrario, debido a que tienen más perspicacia, los pacientes con enfermedad de Alzheimer de inicio joven suelen estar deprimidos por su situación y ansiosos por el futuro, un hallazgo que ha sido confirmado recientemente por un grupo de investigadores de Canadá.
Y por si tener la enfermedad de Alzheimer a una edad temprana no fuera suficiente para causar depresión y ansiedad, pruebas recientes sugieren que en aquellos con enfermedad de Alzheimer de inicio joven, la patología progresa más rápidamente.
Otro aspecto trágico de la enfermedad de Alzheimer de aparición temprana es que, al afectar a personas en la flor de la vida, tiende a perturbar a las familias más que la enfermedad de aparición tardía. Los hijos adolescentes y adultos jóvenes ya no pueden buscar la orientación de sus padres.
Las personas que cuidan de los niños en el hogar ahora tienen que cuidar también de su cónyuge, tal vez además de cuidar de un padre anciano y de trabajar a tiempo completo.
¿Qué debe hacer si es menor de 65 años y tiene problemas de memoria?
Como ya he comentado, si tiene menos de 65 años y tiene problemas de memoria, es muy poco probable que se trate de la enfermedad de Alzheimer. Pero si lo es, hay recursos disponibles en el Instituto Nacional del Envejecimiento que pueden ayudar.
¿Qué otra cosa podría estar causando problemas de memoria a una edad temprana? La causa más común de los problemas de memoria por debajo de los 65 años es la falta de sueño.
Otras causas de los problemas de memoria a una edad temprana son la perimenopausia, los efectos secundarios de los medicamentos, la depresión, la ansiedad, las drogas ilegales, el alcohol, el cannabis, los traumatismos craneales, las deficiencias vitamínicas, los trastornos de la tiroides, la quimioterapia, los accidentes cerebrovasculares y otros trastornos neurológicos.
A continuación se exponen algunas cosas que todas las personas de cualquier edad pueden hacer para mejorar su memoria y reducir el riesgo de demencia:
- Realizar ejercicio aeróbico.
- Comer al estilo mediterráneo.
- Evitar el alcohol, el cannabis y las drogas.
- Dormir bien.
- Participar en actividades sociales.
- Realizar actividades novedosas y estimulantes desde el punto de vista cognitivo, escuchar música, practicar la atención plena y mantener una actitud mental positiva.