Harvard Medical School
En general, se considera que dormir entre siete y nueve horas por noche es una cantidad saludable.
Pero a veces las personas duermen demasiado poco y luego intentan recuperar el sueño durmiendo más de lo habitual. Sin embargo, un estudio publicado en línea el 27 de junio de 2024 por la revista Diabetologia descubrió que este tipo de sueño errático puede aumentar el riesgo de diabetes de una persona.
Los investigadores recogieron cuestionarios de salud de aproximadamente 36.000 adultos de 50 años. La información incluía el número medio de horas que dormían entre semana y los fines de semana. Los investigadores dividieron los patrones de sueño en tres categorías: corto (menos de siete horas), normal (de siete a nueve horas) y largo (más de nueve horas).
A continuación, para mostrar la regularidad con la que la gente dormía de una noche a otra, crearon nueve combinaciones de trayectorias de sueño, por ejemplo, corto-corto, corto-normal, corto-largo, normal-normal y normal-corto.
Cinco años después, se repitieron los cuestionarios. Los investigadores descubrieron que las personas que presentaban regularmente patrones de sueño corto-largo o largo-corto -es decir, que iban y venían de dormir menos de siete horas a más de nueve- tenían un riesgo de diabetes un 50% mayor que las personas que dormían regularmente entre siete y nueve horas.
Aunque este estudio sólo mostró una asociación, subraya el impacto potencial del sueño en la diabetes. Otros estudios han demostrado que unos malos hábitos de sueño pueden elevar los niveles de azúcar en sangre y aumentar de peso, dos factores de riesgo de la diabetes.