Un estudio publicado en PLOS Medicine encontró que tener café y té en la dieta se asoció con un riesgo reducido de demencia y accidente cerebrovascular.
Los investigadores evaluaron la salud y los hábitos de consumo de café y té autoinformados de más de 365 000 adultos mayores en el Reino Unido a quienes se les dio seguimiento durante 11 años.
En comparación con las personas que no bebían té ni café, las personas que bebían dos o tres tazas de café y dos o tres tazas de té al día tenían un 28 % menos de riesgo de demencia y un 32 % menos de riesgo de accidente cerebrovascular durante el periodo de estudio.
La combinación de ambas bebidas en la dieta parecía tener una asociación más fuerte que solo tomar una u otra.
El estudio es solo observacional y no prueba que beber café y té prevenga el accidente cerebrovascular o la demencia.
Pero sabemos que ambas bebidas contienen polifenoles, sustancias químicas vegetales que pueden ayudar a combatir la inflamación crónica.
La inflamación crónica se asocia tanto con la demencia como con la enfermedad cardiovascular.