Thursday, May 15, 2025
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La depresión entra por la atención primaria

LA DEPRESIÓN ENTRA POR LA ATENCIÓN PRIMARIA

Los datos así lo corroboran: el 33-50 % de los pacientes que acude al psiquiatra padece depresión; una de cada cinco personas padecerá un episodio depresivo a lo largo de su vida, alrededor de un 14,4% de los pacientes con depresión grave se suicida o lo intenta, se estima que se convertirá en la segunda causa de baja laboral en 2020, sólo superada por la enfermedad cardiovascular, y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología será en pocos años la primera causa de discapacidad en todo el mundo. 

 La depresión es una de las principales cargas sanitarias como consecuencia del impacto social que provoca, del elevado precio del tratamiento, el alto índice de suicidios, las altas tasas de cronicidad y el incremento de la mortalidad debido a su asociación con enfermedades crónicas.

Según el Libro Blanco sobre la Depresión, se estima que en España en torno a un 25-30% de los pacientes que consulta a médicos de Atención Primaria padece trastornos mentales, y esta población se incrementa hasta un 40% cuando se incluyen los trastornos mentales menores.

La depresión y la ansiedad supone el 80% del total de los trastornos mentales atendidos, aunque según algunos estudios, las depresiones graves afectan a un 11% de todos los pacientes por depresión, las depresiones leves (52%) y las moderadas (36%) son las más prevalentes, otros estudios sostienen que la proporción se situaría en torno al 30% para las graves y al 70% para las depresiones leves moderadas.

Sin embargo, los expertos estiman que la mitad de las depresiones y los trastornos bipolares, que antes se conocía como maníaco-depresivos, no están diagnosticadas.

Además, la enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque la proporción sea aproximadamente de 1 a 2 y el riesgo de sufrir depresión se estima en un 3-5% para el hombre y un 8-10% para la mujer; de cualquier condición social y de cualquier edad, aunque determinados periodos vitales como la adolescencia, el posparto, la menopausia o la edad avanzada acentúen su incidencia.

Numerosos estudios coinciden en señalar que el perfil del paciente depresivo se corresponde con el de una mujer de entre 20 y 55 años (el 55% de los pacientes con depresión tiene más de 40 años) que “a raíz de un problema o de un acontecimiento vital traumático desarrolla sentimientos de culpa, tristeza, baja autoestima o ideas relacionadas con la muerte, y que cuando llega a la consulta del especialista no piensa que pueda tener un problema emocional”, explica Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

En más del 80% de los casos, el tratamiento y el seguimiento de los pacientes con trastornos mentales es asumida por el médico de primaria.

Sólo entre el 10 y el 15% de los pacientes llega a las consultas de psiquiatría.

“Eso supone que los médicos de familia detectan y resuelven entre el 85 y el 90% restante, y asumen el tratamiento de los pacientes y su control”, señala.

Ahora bien, en atención primaria, dice Arbesú, recibimos muchos problemas emocionales que no son depresión “si no problemas de la vida diaria” y se engloban dentro de las clasificaciones de las enfermedades mentales en los llamados “códigos Z”.

La depresión, explica, tiene unos criterios claros en las clasificaciones DSM IV TR y en la CIE 10 (criterios de clasificación de enfermedades mentales) que son por las que los médicos debemos realizar el diagnóstico.

La mayoría de las veces la depresión tiene una presentación leve o moderada y puede ser tratada por el medico de familia y cuando es grave(conducta suicida, síntomas psicóticos, depresión recurrente…) se deriva a salud mental.

“El médico de familia es la clave para alcanzar una detección precoz aunque es cierto que disponemos de poco tiempo y éste es una de los problemas de organización y gestión que tiene actualmente la atención primaria”.

Ello hace que en ocasiones se demore la transición de primaria a atención especializada en meses. 

El coste de la depresión

Las enfermedades mentales suponen un coste equivalente al 3-4% del PIB europeo, debido, en gran medida, a las pérdidas de productividad, las jubilaciones anticipadas y la percepción de pensiones por discapacidad de las personas afectadas.

“Entre los costes intangibles, se encuentran los relacionados con el modo en que la sociedad trata a las personas aquejadas de estos trastornos: personas que siguen sufriendo exclusión, estigmatización, discriminación o falta de respeto a sus derechos fundamentales. Asimismo, hay que considerar la sobrecarga de los cuidadores y familiares de las personas afectadas”.

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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