Harvard Medical School
Pregunta: Muchas veces he intentado empezar un programa de ejercicio regular. Pero al cabo de unas semanas, me subo a la báscula y no he perdido peso. Entonces, ¿para qué?
Respuesta: Muchos de mis pacientes me han hecho esa pregunta a lo largo de los años. Se necesita ejercicio constante para perder peso. Pero ese no es el principal beneficio del ejercicio. Estudios realizados en Harvard y otros lugares han documentado otros muchos beneficios.
El ejercicio regular (tanto aeróbico como de resistencia) reduce el riesgo de padecer las causas más comunes de muerte prematura: enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y muchos tipos de cáncer, incluidos los de mama, pulmón, colon, esófago, próstata, páncreas, hígado, riñón, vejiga o endometrio (revestimiento del útero), así como el mieloma y el linfoma no Hodgkin. Y eso sólo para los abridores.
El ejercicio regular también reduce el riesgo de demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer), diabetes, depresión y ansiedad. Mejora su nivel de energía, reduce el nivel de cualquier dolor crónico que pueda tener, mejora enormemente la calidad de su sueño e incluso le protege contra el estreñimiento.
El ejercicio regular fortalece los pulmones, reduce el riesgo de contraer neumonía por infecciones (como la gripe o el COVID-19) y reduce el riesgo de morir de neumonía. Especialmente en las mujeres, el ejercicio reduce el riesgo de desarrollar osteoporosis (huesos delgados) y el riesgo de fracturas de cadera y otros huesos. También disminuye la probabilidad de desarrollar cálculos biliares o insuficiencia renal.
Por último, lo crea o no, el ejercicio regular parece reducir el riesgo de que una persona desarrolle conductas adictivas -como fumar, abusar del alcohol y de las drogas- y hace que dejar esas adicciones tenga más probabilidades de éxito.
Por lo tanto, no piense que la única razón para hacer ejercicio con regularidad es perder peso. De hecho, si no controla también las calorías, es difícil perder peso sólo haciendo ejercicio. Esto se debe a que quemar calorías haciendo ejercicio es más difícil que añadir calorías comiendo.
Por ejemplo, el ejercicio moderado quema entre 400 y 500 calorías por hora. Por lo tanto, dos horas de ejercicio moderado quemarían 1.000 calorías, aproximadamente el número de calorías que contiene un Big Mac. ¿Hacen falta dos horas para comerse un Big Mac?
La naturaleza diseñó el cuerpo humano para ser físicamente activo. Sí, nuestros cuerpos ya no son lo que eran cuando teníamos 20 años. Pero siguen beneficiándose enormemente del ejercicio regular. Y nos lo hacen saber haciéndonos sentir bien con entrenamientos constantes.
Ninguna píldora jamás inventada -ni probablemente inventada- puede proporcionarle tantos beneficios para la salud como el ejercicio regular. No tiene por qué ser una actividad vigorosa: basta con caminar a paso ligero (o su equivalente) durante 150 minutos a la semana. No hace falta sudar ni un céntimo. No renuncies a ello.