Harvard Medical School
Pregunta: Siempre me he considerado más torpe que la mayoría de la gente. Ahora que tengo más de 60 años, la situación está empeorando. ¿Por qué influye la edad y qué medidas puedo tomar para superarlo?
Respuesta: Los cambios relacionados con la edad pueden hacernos a todos más torpes. Aun así, debes considerar si has desarrollado alguna afección médica que sea responsable de la diferencia actual.
Por ejemplo, si tu torpeza ha empeorado en un período corto o ha provocado una caída, debes someterte a una evaluación médica. A medida que envejecemos, muchos factores tienden a afectar la fluidez, agilidad y coordinación de nuestros movimientos. Por ejemplo:
Disminución de la audición, la visión y la sensibilidad táctil. Las causas más comunes son la pérdida de audición, la reducción de la agudeza visual, la visión periférica y la percepción de la profundidad, y la disminución del sentido del tacto en las manos y los pies.
Cambios en el sistema nervioso. El cerebro, la médula espinal y los nervios sensoriales y motores sufren cambios que provocan una ralentización de la velocidad de procesamiento y una reducción de la capacidad de reaccionar ante obstáculos y distracciones.
Pérdida de fuerza, potencia y flexibilidad muscular. Cuando las personas mayores comienzan a perder el equilibrio o se les cae un plato al intentar colocarlo en el armario, sus músculos no tienen la misma capacidad para adaptarse y evitar que se caigan o se les caiga el plato.

Cambios en el sistema de equilibrio. El delicado sistema de equilibrio, ubicado en nuestros oídos internos y en partes de nuestro cerebro, funciona con menos eficacia.

Medicamentos. Muchos efectos secundarios de los medicamentos, como la somnolencia provocada por antihistamínicos antiguos como la difenhidramina (Benadryl) o los mareos o aturdimientos provocados por medicamentos para la tensión arterial, pueden contribuir a la torpeza.

Falta de atención y concentración. Esto aumenta las probabilidades de que se caiga un objeto, se golpee con algo o sufra una caída.

Efectos de los problemas de salud. Las enfermedades crónicas, como la artritis, la diabetes y la enfermedad de Parkinson, pueden agravar aún más la torpeza.
Aunque muchos de los factores anteriores son irreversibles, se puede hacer mucho para mitigar la torpeza y evitar lesiones. He aquí algunas sugerencias:
Practica actividades que fortalezcan el agarre de las manos y potencien la motricidad fina. Aprieta una pelota de tenis dos o tres veces al día, estira suavemente los dedos con frecuencia, abotona y desabotona una camisa y haz rompecabezas.

Manténgase físicamente activo. Las rutinas de ejercicio que incorporan el equilibrio, como el tai chi y el yoga, pueden ser beneficiosas.
Realice también ejercicios de resistencia dos o tres veces por semana para fortalecer los músculos.
Haga del sueño de calidad una prioridad. Un sueño inadecuado y de mala calidad disminuye la concentración y la estabilidad, lo que agrava la torpeza.



