Establezca objetivos pequeños
Si la pérdida de peso le parece un objetivo desalentador, empiece poco a poco y sea constante. Elija un hábito saludable, como comer una verdura en cada comida, y conviértalo en una práctica. Después de un tiempo, añada otro.
Reflexiona sobre ti mismo
La alimentación y las emociones están relacionadas. Es posible que comas para hacer frente al estrés, la tristeza o el aburrimiento, por ejemplo. Cuando pueda identificar estos patrones y tomar conciencia de ellos, podrá empezar a comer de forma más intencionada.
No se salte las comidas
Si está contando calorías, puede tener la tentación de no comer, pero no lo haga. Cuando pasas mucho tiempo sin comer, tus niveles de azúcar en sangre pueden caer en picado, y el aumento del hambre te expone a tomar decisiones menos saludables.
Opta por alimentos frescos
Llena primero tu barriga de fruta y verdura. Intenta comer al menos cinco raciones al día. Lo mejor son los productos frescos, pero también los enlatados o congelados; sólo asegúrate de evitar las opciones con sodio o azúcar añadidos.
Prueba los sustitutivos de las comidas
No deberían constituir el 100% de su dieta, pero los sustitutivos de comidas adaptados específicamente a la diabetes, como los batidos de proteínas bajos en calorías, pueden ser una opción rápida y fácil de preparar para mantener el rumbo durante el día.
Sea prudente con los sorbos
Piense en lo que bebe. ¿Está ingiriendo calorías vacías junto con la comida? El agua es tu mejor opción cuando tienes sed. Si necesitas algo más que agua, añade pepino fresco, limón o lima.
Haga ejercicio con regularidad
Cuando haces ejercicio de forma constante, aunque sea un paseo a paso ligero o yoga diario, tu cuerpo utiliza la insulina de forma más eficaz. Asegúrate de hacer una combinación de ejercicios aeróbicos y de fuerza, y habla con tu médico sobre cómo gestionar tu medicación para la actividad física.
Pregunte por los medicamentos para adelgazar
Los últimos avances en el uso de medicamentos para que las personas con diabetes pierdan peso han dado lugar a opciones más eficaces y seguras, como los fármacos hormonales que mejoran el control glucémico al provocar la liberación de insulina cuando se come.
Controle las porciones
Reducir el número de calorías ingeridas ayuda a perder kilos. Una forma de reducirlo es sirviéndose raciones más pequeñas. Hable con su médico sobre el recuento calórico diario ideal para su talla y circunstancias.
Duerma lo suficiente
Tener una rutina de sueño de al menos 7 horas por noche puede ser esencial para ayudarle a perder peso y controlar su diabetes. Cuando no se duerme lo suficiente, puede resultar más difícil perder peso. Dormir poco o mal aumenta su apetito, aumenta su resistencia a la insulina y le hace más propenso a elegir alimentos poco saludables.
La cirugía puede ser una opción
Si ha probado cambios en su estilo de vida sin éxito, la cirugía bariátrica puede ser el mejor camino hacia la pérdida de peso. Algunas personas pueden incluso lograr la remisión de su diabetes tipo 2 tras el procedimiento cuando pierden una cantidad significativa de peso.