Harvard Medical School
A veces se aconseja a las personas mayores con fibrilación auricular que dejen de tomar fármacos anticoagulantes por temor a hemorragias peligrosas en el intestino o el cerebro.
Sin embargo, los nuevos hallazgos sugieren que el riesgo de derrame cerebral y ataque cardiaco derivado de la suspensión de los anticoagulantes es mayor que el riesgo de hemorragia. El estudio se basó en datos de más de 20.000 personas de 75 años o más a las que se recetó un fármaco anticoagulante entre 2013 y 2017.

Alrededor de la mitad tomaba warfarina; la otra mitad tomaba uno de los nuevos fármacos anticoagulantes conocidos como DOAC, normalmente apixabán (Eliquis) o rivaroxabán (Xarelto). Los investigadores descubrieron que, en comparación con los periodos en los que se tomaban los fármacos, el riesgo de ictus se triplicaba y el de infarto de miocardio casi se duplicaba cuando no se tomaban.
Aunque las personas tenían menos probabilidades de sufrir hemorragias leves cuando no tomaban los fármacos, el riesgo de hemorragias graves no era sensiblemente menor que cuando los tomaban. El estudio se publicó en la edición electrónica del 17 de febrero de 2025 de la revista Heart.



