Harvard Medical School
Los atletas profesionales y aficionados confían en los beneficios terapéuticos de las inmersiones en agua fría, como los baños y las duchas de hielo. Pero, ¿hasta qué punto está respaldado científicamente? La investigación es limitada, pero un análisis publicado en línea el 29 de enero de 2025 por PLOS One descubrió que las inmersiones en agua fría pueden ofrecer algunos beneficios.
Los investigadores analizaron los resultados de 11 estudios en los que participaron 3.177 personas. En la mayoría de ellos, la exposición al agua fría consistió en sentarse en un baño helado a la altura del pecho o por encima de ella (en un estudio se utilizaron duchas de agua fría).
Las temperaturas del agua oscilaban entre 45° y 59° F. El tiempo de exposición variaba entre 30 segundos y 15 minutos. (Un estudio incluyó duraciones de 10 minutos a dos horas, y otro incluyó intervalos de un minuto en agua fría y un minuto fuera, repetidos siete veces). Las inmersiones se realizaron varios días a la semana durante varias semanas.
Debido a los diferentes criterios, no fue posible obtener una evaluación precisa de las inmersiones en agua fría. Sin embargo, hubo algunos resultados notables. Los baños de hielo redujeron los niveles de estrés, pero el efecto no se produjo hasta 12 horas después de la inmersión.
Los hombres, pero no las mujeres, declararon dormir mejor después de tomar baños de hielo. Las personas que se ducharon con agua fría mostraron una mayor calidad de vida que las que se ducharon con agua normal. Sin embargo, no hubo pruebas consistentes de que las inmersiones mejoraran el estado de ánimo o la inmunidad.
Se necesitan más estudios de alta calidad para corroborar cualquier beneficio terapéutico e identificar qué métodos y duraciones funcionan mejor. Aunque en general las inmersiones en agua fría se consideran seguras para la mayoría de la gente, las personas con problemas cardiacos, hipertensión, diabetes o mala circulación deben consultar primero con un médico.