Harvard Medical School
¿Quieres dormir mejor? Reduce el consumo de comida basura. Los investigadores han descubierto que una dieta poco saludable y rica en alimentos procesados puede afectar al sueño profundo (también conocido como sueño de ondas lentas).
Durante esta fase del sueño, la glándula pituitaria del cerebro libera una ráfaga de hormona del crecimiento, que ayuda a construir y reparar músculos, huesos y otros tejidos.
El sueño profundo también estimula la función cognitiva y la memoria.
El estudio, publicado en línea el 28 de mayo de 2023 por Obesity, analizó a 15 hombres sanos con hábitos de sueño normales (dormían una media de siete a nueve horas por noche).
Los participantes siguieron una dieta saludable o no saludable durante una semana. Las dos dietas contenían el mismo número de calorías, ajustadas a las necesidades diarias de cada individuo.
Sin embargo, la dieta poco saludable tenía un mayor contenido de azúcar y grasas saturadas e incluía muchos alimentos procesados.
Tras una semana con la dieta, los participantes pasaron dos noches en un laboratorio del sueño donde se midió su actividad cerebral de ondas lentas. Primero durmieron una noche normal que se ajustaba a su horario de sueño habitual.
La noche siguiente se les mantuvo despiertos más allá de su hora habitual de acostarse y luego se les permitió recuperar el sueño para imitar el sueño interrumpido.
Al cabo de varias semanas, se repitió el estudio, cambiando todos a la otra dieta y volviendo a visitar el laboratorio del sueño.
Los investigadores descubrieron que cuando los participantes seguían la dieta menos saludable tenían un sueño profundo de peor calidad (indicado por una disminución de la actividad de ondas lentas).
Esto era cierto tanto para el sueño normal como para el interrumpido. Señalaron que es difícil sacar conclusiones de sólo una semana de mala alimentación. Aun así, los resultados sugieren que la dieta puede influir de manera importante en la calidad del sueño.