Thursday, November 28, 2024
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La fuente de la juventud

Harvard Medical School

Una hidratación adecuada es esencial para gozar de una salud óptima, pero muchos adultos mayores siguen sin beber suficiente agua.

Cuando los científicos buscan vida en otros planetas, lo primero que buscan es la presencia de agua. Al fin y al cabo, las leyes de la naturaleza dicen que la vida tal y como la conocemos necesita agua para existir y prosperar.

El agua potable nos sirve a los terrícolas de muchas maneras. Ayuda a transportar nutrientes a las células, regula la temperatura corporal y la presión sanguínea, previene infecciones y mantiene los órganos funcionando correctamente.

No es de extrañar, por tanto, que los adultos que se mantienen bien hidratados parezcan más sanos y desarrollen menos enfermedades crónicas.

Por el contrario, la deshidratación prolongada aumenta el riesgo de padecer afecciones como infecciones urinarias, cálculos renales y estreñimiento.

La deshidratación también puede interferir en funciones cognitivas como la atención y la memoria.

¿Está usted deshidratado?

Aunque el agua es la base de la vida, a las personas mayores les cuesta beber lo suficiente.

“Parte del problema es que la sensación de sed disminuye con la edad, por lo que muchas personas mayores no siempre saben cuándo están deshidratadas”, dice el Dr. Qi Sun, profesor asociado de nutrición y epidemiología de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.

“Y cuando sienten sed, lo más probable es que ya estén deshidratados”.

Los signos de deshidratación son fatiga, debilidad, confusión, pérdida de memoria a corto plazo y aumento de la irritabilidad. Una forma de controlar la hidratación es el color de la orina.

Cuando se está hidratado, la orina debe ser transparente o de color pajizo claro. Un color amarillo oscuro o ámbar es señal de que hay que beber más agua.

Vigilar el agua

Es posible consumir demasiada agua al día en algunas situaciones de salud. Entre ellas se incluyen los problemas de tiroides, riñón, hígado o corazón, o si tomas medicamentos que te hacen retener agua, como los antiinflamatorios no esteroideos, los analgésicos opiáceos y algunos antidepresivos.

Otros, como algunos medicamentos para la tensión arterial y los laxantes, pueden aumentar la deshidratación. Si se encuentra en alguna de estas categorías, consulte a su médico para determinar su ingesta diaria de agua.

Ir al pozo

La mejor forma de prevenir la deshidratación es consumir suficiente agua a diario. La Academia Nacional de Medicina sugiere que los hombres beban unos 10 vasos de agua, esperando que obtengan otros 3 vasos de alimentos que contengan agua.

Esta cantidad no es necesariamente un objetivo diario, sino una pauta general. “Aun así, para una persona normal, es una buena cifra a la que aspirar”, dice el Dr. Sun.

Hay momentos en los que se necesita más agua, como cuando se suda haciendo ejercicio o cuando se está expuesto al calor.

(Una regla general es beber de dos a tres vasos de agua por hora en estas situaciones, o más si se suda mucho). También se necesita más agua cuando se pierden líquidos corporales por vómitos o diarrea.

El Dr. Sun dice que el agua es el mejor líquido que se puede beber. No obstante, todas las bebidas que contienen agua, como el café y el té, contribuyen a cubrir las necesidades diarias.

Es un mito que las versiones con cafeína de estas bebidas aumentan la deshidratación porque hacen orinar más. (Es su contenido en agua y no la cafeína lo que hace que necesites ir al baño después de beber dos o tres tazas).

“Aun así, demasiada cafeína puede ponerte nervioso o impedirte dormir, por lo que debes controlar su consumo si eres sensible a la cafeína“, dice el doctor Sun.

Beber agua carbonatada sin azúcar también es aceptable, pero evita las bebidas azucaradas, las energéticas, las deportivas y las “aguas vitaminadas” como principales fuentes de líquidos, ya que pueden tener un alto contenido en azúcar.

Por lo demás, aquí tienes algunos consejos para mantenerte hidratado:

Ten agua a mano. Es más probable que bebas si tienes agua siempre a mano.

Llena una botella de agua de 20 onzas cuatro veces al día y bebe a sorbos a lo largo del día.

 

Programa horarios regulares para beber.

Programa alarmas en tu teléfono u ordenador para recordarte que tienes que beber.

Beba cuando coma. Bebe un vaso grande de agua con cada comida y tentempié. Beba también agua a temperatura ambiente.

Los estudios sugieren que se bebe más agua cuando se sirve a temperatura ambiente.

Añade sabores. Hay formas de hacer el agua más apetecible. Por ejemplo, anima una jarra de agua con sabores naturales como rodajas de cítricos (limón, lima, naranja o pomelo), jengibre, pepino o menta fresca triturada.

Otra opción es añadir un chorrito de zumo de fruta a un vaso de agua.

Consuma alimentos ricos en agua. El consumo de alimentos con alto contenido en agua también cuenta para la cantidad diaria. Algunos ejemplos son las verduras de hoja verde, los pepinos, los pimientos, el apio, las bayas y los melones, como la sandía y el melón cantalupo.

Estos alimentos contienen un 90% de agua o más. Una pauta general es contar aproximadamente la mitad de la ración como agua. Por ejemplo, una taza de sandía contiene aproximadamente media taza de agua.

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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