Duerma lo suficiente.
El sueño inadecuado o de mala calidad puede afectar negativamente su estado de ánimo, estado de alerta mental, nivel de energía y salud física.
Aprenda técnicas de relajación.
La meditación, la relajación muscular progresiva, la visualización guiada, los ejercicios de respiración profunda y el yoga son técnicas de relajación poderosas que eliminan el estrés.
Fortalece tu red social.
Conéctese con otros tomando una clase, uniéndose a una organización o participando en un grupo de apoyo.
Perfeccione sus habilidades de gestión del tiempo.
Cuanto más eficientemente pueda hacer malabarismos con las exigencias laborales y familiares, menor será su nivel de estrés.
Intente resolver situaciones estresantes si puede.
No dejes que las situaciones estresantes se agraven. Celebre sesiones familiares de resolución de problemas y utilice las habilidades de negociación en el hogar y en el trabajo.
Cuídese a sí mismo. Regálate un masaje.
Saboree verdaderamente una experiencia: por ejemplo, coma despacio y concéntrese realmente en el sabor y las sensaciones de cada bocado. Salga a caminar, tome una siesta o escuche su música favorita.
Pide ayuda.
No tema pedir ayuda a su cónyuge, amigos y vecinos. Si el estrés y la ansiedad persisten, hable con su médico.
Junto con estas formas de reducir el estrés, agregue un estilo de vida saludable (mantener un peso saludable, no fumar, ejercicio regular y una dieta que incluya frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables) y la presión arterial alta podría ser una cosa del pasado.