Los investigadores analizaron la información de salud de más de 4800 adultos, de 40 a 85 años, que usaron rastreadores de actividad física durante una semana.
Los científicos siguieron a los participantes durante otros 10 años para ver quién murió durante ese período.
Luego calcularon las tasas de mortalidad según el nivel de actividad y crearon modelos para estimar lo que sucedería si los participantes agregaran 10, 20 o 30 minutos más a sus rutinas diarias de ejercicio.
En cada modelo, la actividad física adicional trajo un impulso de longevidad.
El aumento de la actividad en 10 minutos al día se asoció con una caída del 7 % en el número de muertes por año; agregar 20 minutos por día equivale a una caída del 13%; y agregar 30 minutos produjo una disminución del 17%.
Los científicos dicen que los resultados se traducen en la prevención de 110 000 muertes por año en los Estados Unidos, en el extremo inferior, y 272 000 en el extremo superior.
El estudio no prueba que hacer más ejercicio salvaría todas esas vidas. Pero ya hay una gran cantidad de evidencia sólida que relaciona el ejercicio regular con la buena salud y la longevidad.
Así que considere agregar un poco de tiempo a su caminata diaria. Intente comenzar con cinco minutos adicionales por día durante una semana, otros cinco la próxima semana y aumente gradualmente.
Te sentirás mejor cuanto más ejercicio hagas. Además, podrías alargar tu vida.