Harvard Medical School
Los problemas de sueño, como roncar, resoplar o dormir demasiado o muy poco, pueden aumentar significativamente las probabilidades de sufrir un derrame cerebral, según sugiere un nuevo análisis.
En el estudio internacional, publicado en la edición en línea del 5 de abril de 2023 de la revista Neurology, participaron casi 4.500 personas (con una edad media de 62 años).
Aproximadamente la mitad del grupo ya había sufrido un derrame cerebral.
Se preguntó a los participantes sobre sus conductas de sueño durante el mes anterior, incluyendo el número de horas que dormían habitualmente, la calidad del sueño insuficiente y los hábitos de siesta, así como los ronquidos, bufidos y otros problemas respiratorios durante el sueño.
La falta de sueño se definió como menos de cinco horas nocturnas, mientras que el exceso de sueño se definió como más de nueve horas.
Cada uno de los síntomas del sueño aumentaba el riesgo de un derrame cerebral, pero los participantes que declararon cinco o más síntomas tenían cinco veces más probabilidades de haber sufrido un derrame cerebral en comparación con los que no tenían problemas de sueño.
Los resultados se mantuvieron incluso después de que los investigadores ajustaran otros factores que podrían afectar al riesgo de derrame cerebral, como el tabaquismo, el nivel de actividad física, la depresión y el consumo de alcohol.
Según los autores del estudio, los resultados sugieren que los problemas de sueño deberían tenerse en cuenta en los esfuerzos de prevención del derrame cerebral.